MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José María Barreda, afirmó hoy que no lamentará que no salga adelante en Madrid la reforma del Estatuto catalán si la causa es no ceder a "todas sus pretensiones" y agregó que tiene una confianza plena en el trabajo de las Cortes y en que "no cabe posibilidad ninguna de que haya un Estatuto que no sea constitucional".
Así se expresó el dirigente castellano durante su intervención en la tribuna Madrid Punto de Encuentro. "Si no hay estatut y se vuelven sus promotores con los papeles en el puente aéreo porque no se puede ceder en todas su pretensiones, no lo voy a lamentar", sentenció Barreda preguntado por la cuestión.
El presidente autonómico apuntó a continuación que también lamentaría mucho la aprobación de un texto no constitucional, aunque aclaró que no da más vueltas a esta hipótesis porque, a su juicio, no es realista. "Confío plenamente en que el Congreso deje el texto ajustado a la Constitución. Y si porque el Congreso hace bien su trabajo no hay estatuto, no lo voy a lamentar", insistió.
Con respecto a la declaración de Cataluña como nación, zanjó que "no es aceptable bajo ningún concepto" que el artículo primero del texto remitido por el Parlament siente esta afirmación que, a su juicio, inspira al resto del texto y convierte a una parte del mismo "en difícilmente aceptable".
A la par, José María Barreda mostró su respeto a la mayoría del legislativo catalán que aprobó la reforma enviada a las Cortes, pero rechazó que por ser tan cualificada obligue "a decir amén". Para el debate, pidió "rigor" y confianza en las instituciones y en la democracia española. "Debería ser innecesario decir esto, pero no lo es poque vemos demasiado cainismo", apuntó.
José María Barreda compartió la reflexión que en público le expuso el portavoz socialista madrileño Rafael Simancas de que se está invirtiendo mucho tiempo y esfuerzo en el debate territorial, pero concluyó que es una cuestión que hay que afrontar. Argumentó que tras casi 30 años de desarrollo autonómico, el proceso ha sido un éxito y ahora lo necesario es que el Estado cuente con más mecanismos de cooperación con las autonomías, "para que siga estando en condiciones de garantizar siempre aquello que es fundamental, la igualdad de todos los españoles".
LA IGUALDAD, SEÑA DEL SOCIALISMO
El debate territorial no sólo ocupó buena parte de las preguntas al dirigente castellano-manchego, sino que Barreda dedicó a la cuestión la primera parte de su discurso inicial. Expuso que el éxito del desarrollo autonómico se debe a lo que ha tenido de desarrollo federal, "no asimétrico", al "igualitarismo".
"Debemos ser iguales en derecho y oportunidades. La lucha por la igualdad de los ciudadanos es una seña de identidad del socialismo, que no debe diluirse en reividicaciones territoriales y nacionalistas", advirtió.
"Nuestro modelo es el de un Estado federal y son los partidos nacionalistas los que lo rechazan precisamente por lo que tiene de igualitario, por la misma razón por la que lo debemos apoyar y defender los socialistas, por igualitario", recalcó. Sumó al grupo de insatisfechos por el desarrollo autonómico a los "españolistas".
Con respecto al nacionalismo, José María Barreda criticó que estas formaciones crean "ser anteriores y mejores en el derecho a la autonomía". "Piensan no sólo que son diferentes, lo cual es perfectamente aceptable, sino que no tienen por qué ser iguales, y es ahí donde no se puede ceder. No quieren ser iguales", censuró.
El dirigente castellano-manchego defendió la unidad del Estado español y el poder constituyente de España, la única que ya existía antes de que se redactase la Constitución Española del 78.