Rechaza negociar bilateralmente y marca como "líneas rojas" la Caja Unica, unidad del mercado, incluido el laboral, y compabitilidad de fiscalidad autonómica y estatal
MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se mostró hoy partidario de ampliar hasta el 50 por ciento el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), pero precisó que esta iniciativa ha de estar acompañada por una mayor corresponsabilidad en los impuestos especiales "similar a la del IRPF" y dejó claro su rechazo a un sistema negociado bilateralmente como pide Cataluña.
Manuel Chaves participó en los "Desayunos Informativos" de Europa Press patrocinados por BANIF, Grupo SM, SUN microsystems y Telefónica. El presidente andaluz aseguró que la financiación autonómica debe tener la igualdad "como punto de partida" que, a su juicio, significa que "todos los españoles tenemos derecho a similares servicios educativos, sanitarios o sociales vivamos donde vivamos". Es, añadió, al Estado a quien corresponde "garantizar el equilibrio económico que conlleva asegurar la igualdad básica en el acceso a los servicios públicos fundamentales" y velar "por el equilibrio entre los distintos territorios".
Así, explicó que la igualdad se debe entender también a partir del concepto de esfuerzo fiscal "que se mide por la relación entre presión fiscal y PIB per cápita". Chaves matizó que el esfuerzo fiscal lo hacen los ciudadanos y que, a igual presión fiscal normativa e iguales ingresos, "el esfuerzo fiscal es el mismo, vivan donde vivan".
Dicho esto, basó la financiación en la autonomía fiscal y financiera y en este punto dijo que está de acuerdo en ampliar hasta el 50 por ciento el tramo autonómico del IRPF, pero introdujo un nuevo condicionante: que se acompañe de una mayor corresponsabilidad fiscal en otras figuras tributarias como los impuestos especiales en una proporción similar a la del IRPF, es decir el 50 por ciento.
Remachó que la financiación de las comunidades debe ser acordada entre todos y que "ningún Estatuto de ninguna comunidad puede condicionar esa voluntad colectiva". Chaves tiene claro que no puede haber un sistema negociado bilateralmente como pide Cataluña y, además, subrayó que no entiende el destino de Andalucía "al margen de España".
De cualquier forma, Chaves dijo desconocer qué tanto por ciento de acuerdo hay en estos momentos sobre el estatut catalán pero sí confió en que haya consenso y también rechazó que el debate se plantee como un enfrentamiento entre comunidades.
Por otro lado, subrayó el papel y la plena legitimidad de las Cortes Españolas para "adecuar cualquier reforma estatutaria, incluyendo la andaluza, a los principios y valores constitucionales". A partir de ahí, consideró que hay un "campo amplio para el entendimiento y para plantear el debate en términos de racionalidad y sosiego".
NO TRASPASAR LAS "LÍNEAS ROJAS"
Chaves cree que el actual modelo no está "ni agotado ni superado" y que la descentralización "ha fortalecido y cohesionado el Estado", pero sí alertó de que no se pueden traspasar determinadas "líneas rojas" que concretó en preservar la unidad de mercado en todo el territorio nacional, incluido, el mercado laboral; mantener la Caja Unica de la Seguridad Social, y compatibilizar la existencia de espacios fiscales autonómicos con "el respeto al espacio propio del Estado".
Concluyó que el Estado no tiene por qué salir debilitado de las reformas en curso, sino que "han de tener en cuenta el proyecto común que es España" y que se deben poner los medios para no frenar el desarrollo económico de ninguna comunidad.
Explicó que desde Andalucía no se plante la reforma de su estatuto como "una lista de reclamaciones", sino como "un conjunto de nuevas metas y objetivos".
En cuanto a la postura del PP en la reforma del estatut, y a la reflexión de Alfonso Guerra de que quizá se debería intentar atraer al principal grupo de la posición hacia posturas más moderadas, Manuel Chaves aseguró que "nadie" ha echado al PP ni nadie le "ha impedido participar" y que se trata de "una decisión estratégica del Partido Popular la de no comprometerse, pero no pueden alegar que no se les ha facilitado el camino".
De otra parte, afirmó que, como presidente del PSOE, no está preocupado por la cohesión en el seno del partido por el debate territorial y, aunque admitió que hay "debate y matices" cree que "hay cohesión en lo fundamental, sobre los ejes más importantes del modelo".
