BARCELONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, aseguró hoy que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha sido "el gran ausente" en las negociaciones del Estatut y que ha tenido una "actitud poco afortunada". Incluso, según Duran, se podría contar al presidente catalán "entre los adversarios" del texto salido del Parlament, "aunque no lo sea".
En una entrevista en la emisora Catalunya Informació recogida por Europa Press, el portavoz nacionalista en el Congreso aseguró que "cada intervención pública" de Maragall "ha estado a punto de hacer fracasar el acuerdo".
En cambio, el líder democristiano valoró positivamente la actitud del presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, ya que "la presión del PP hacía muy difícil dar pasos políticos en dirección favorable a las justas reivindicaciones de Cataluña".
Duran explicó que el acuerdo alcanzado anoche "no satisface las aspiraciones nacionales de Cataluña", ya que no recoge íntegramente las formuladas en el texto propuesto por el Parlament. Sin embargo, consideró que el nuevo texto podrá servir para los próximos 30 años.
El dirigente nacionalista señaló que "todas las fuerzas políticas han aportado" algo al acuerdo, por lo que todos los partidos se tendrían que sentir contentos.
Duran Lleida señaló también que la negociación en la Comisión Constitucional será "dura", ya que el PP "pondrá resistencia a todos y cada uno de los puntos del Estatut" e "irá diciendo que Zapatero ha vendido España a Cataluña y que España se desintegra".
ACUERDOS.
Respecto a los puntos más discutidos, Duran aseguró que "Cataluña es una nación lo diga o no el preámbulo". Aunque hubiera preferido que este reconocimiento estuviera en el articulado, reconoció que al PSOE "le hubiera gustado que no pusiera nada", por lo que se dio por satisfecho.
Sobre la financiación, el nuevo Estatut introduce "criterios de definición de solidaridad que suponen 'de facto' un cambio en el sistema". Además, el nuevo sistema reconoce el déficit de inversiones del Estado en Cataluña, que se pagará en siete años, y se garantizan las inversiones del Estado en función del PIB.
En cuanto a la fijación de la solidaridad, Duran explicó que sólo se podrán financiar con solidaridad "servicios básicos" y se tiene en cuenta la capacidad fiscal y de la renta de Cataluña.
Sin embargo, el dirigente de CiU no quiso concretar cuánto dinero más supondrá para Cataluña este nuevo modelo porque esto "añadiría dificultades".
Además, recordó que todavía quedan pendientes algunos puntos como infraestructuras o educación y que el texto definitivo tiene que ser aprobado por las Cortes y por el pueblo de Cataluña en referéndum.