Pide al PP que se acerque al consenso en este asunto, pero también en política antiterrorista o reforma de las haciendas locales
MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, defendió hoy el resultado de la negociación en el Congreso del Estatut catalán y aseguró que la reforma será "un referente" y que "los que han dicho que es desastroso lo van a pedir para su Comunidad Autónoma". "No hay nada en el Estatuto que saldrá de las Cortes que sea desastroso para España", defendió.
En una conferencia-coloquio organizada por ABC, el ministro aseguró que la tranquilidad del Gobierno respecto a la constitucionalidad de esta reforma es "total" y que las mejoras que incluye serán empleadas por otras autonomías que ahora inician la reforma de su estatuto, "en muchos casos, por primera vez en 25 años".
La "referencia" en que se constituye el Estatut, agregó el ministro, explica por ejemplo la inclusión el el Estatuto valenciano de la llamada 'cláusula Camps', que permitirá a la Comunidad Valenciana negociar para sí cualquier mejora que consiga otra autonomía, cláusula que defendió.
Sevilla insistió en que el Estatut es exportable, incluido el capítulo de la financiación; subrayó que en la reforma se recogen unos "principios" que serán "compatibles" con lo que se acuerde sobre el sistema general de financiación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Explicó que la bilateralidad que recoge el texto catalán no es contradictoria con esto, porque también ahora su ministerio está concretando con cada CCAA los acuerdos sobre financiación sanitaria tomados entre todas las autonomías el año pasado.
"Si no nos reunimos bilateralmente y lo acepta cada una, no se les puede imponer. El acuerdo es multilateral y la aceptación, bilateral", explicó el ministro. Éste es el sistema actual, subrayó, el que hizo que Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía no aceptaran las novedades sobre financiación autonómica pactadas en el Consejo de Política Fiscal en el último Gobierno de Aznar.
El ministro aseguró que no ha estado "desaparecido" durante la larga negociación de la reforma catalana, pero que el protagonismo en Madrid era para los grupos parlamentarios, cosa que no encontró contradictoria con que el acuerdo se alcanzara en La Moncloa entre el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de CiU, Artur Mas.
ESPAÑA MEJOR UNIDA
"Podíamos haberlo hecho en el Majestic", respondió sobre esta última cuestión, en referencia al hotel donde PP y CiU acordaron el apoyo nacionalista a la investidura de José María Aznar. "Pienso que ha molestado mucho más el acuerdo que la forma. Hubo muchos que apostaban por que no iba a haber acuerdo", agregó.
Jordi Sevilla expuso que el PSOE se "encontró" con el Plan Ibarretxe y con la reforma catalana ya en marcha cuando llegó al Gobierno y que "no ha contado con el principal partido de la oposición" para afrontar ambas cosas. Su conclusión es que pese a ello, "no lo hemos hecho tan mal".
El ministro también defendió que la acción del Gobierno en estos dos años ha sido más amplia que la ceñida a la política territorial y la política antiterrorista y que el país está más y mejor unido. "Los millones de turistas que nos visitan saben que aquí no están los Balcanes, sino los Pirineos", dijo.
Respecto a la política territorial del Gobierno, aseguró que trata de conjugar que las CCAA son estado, "como la Constitución dice", y que el Gobierno central "también existe, tiene competencias, es autónomo, necesita financiación, garantiza la igualdad y la solidaridad". "¿Tan complicado es de entender y aceptar que éste es el camino hacia el que tiene que caminar la España autonómica?", preguntó.
CONSENSO CON EL PP
Sevilla hizo hincapié en que el Gobierno está abierto al diálogo con el PP y que éste no puede pensar "que todos los demás están equivocados y tienen que rectificar". Aseguró que puede aún sumarse al acuerdo sobre la reforma catalana y que puede haber negociación sobre otros asuntos: reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, reforma del Senado y de la Constitución (partiendo del informe del Consejo de Estado) y Ley de Bases del Gobierno local.
"Ese diálogo se tiene que hacer sin pretender que sólo él (PP) tiene razón, sino con voluntad de encontrarnos en un punto intermedio", exigió. A su juicio, debe hacerse un esfuerzo colectivo por "recuperar un clima en el que el diálogo no signifique 'rectifica y acepta mi posición'".
En la política actual, "la realidad no existe y por tanto se puede construir", describió el ministro, que empleó un símil futbolístico para exponer la situación. "Mil veces hemos contestado que el Gobierno no está negociando con ETA, pero hay quien insiste sin ver el partido que era fuera de juego. Se considera que la realidad es maleable", denunció.
También criticó que se está descalificando al político y no las propuestas que se hacen y que la confrontación se lleva a todo los terrenos. El modelo al que se tiende es "aspirar a quedarse con el 51 por ciento", criticó, en defensa de consensos mayores. "Esto está bastante alejado de la democracia. Esto no es bueno para nuestro país", concluyó Sevilla.
OTROS ASUNTOS
Jordi Sevilla respondió también hoy a otras cuestiones. Por ejemplo, negó que vaya a ser candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad Valenciana. "No, rotundo", dijo.
También defendió la reforma del panorama local, donde los ayuntamientos gestionan el 13 por ciento del gasto pero deberían encargarse del 20 por ciento real, argumentó. "Hay que colocarlos en el lugar que la Constitución les reconoce", expuso.
Sobre la reforma de la ley de gobierno y administración local, aseguró que servirá para fijar las competencias de los ayuntamientos. También explicó que las diputaciones, aunque continuarán, tendrán un papel más centrado en el apoyo a los consistorios, "titulares en primera instancia del poder local". Espero la negociación con el PP para impulsar esta norma.
También habló de la Copa América de Vela, que se celebrará el año próximo en la Comunidad Valenciana. Aseguró que ya está "más tranquilo" porque se han puesto en marcha "compromisos que estaban por cumplir del Gobierno de España" cuando él llegó al ministerio. Los retrasos en las obras, aseguró, "se han superado y estamos por delante en el calendario".
Y en cuanto al Plan Concilia, puesto en marcha en la Administración con el fin de ayudar a conciliar vida laboral y familiar, defendió que no se mire la realidad "sólo con una calculadora" porque de lo que se habla en el fondo de esta cuestión "es de libertad".
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