Estatut.- Maragall dice que España "garantiza su continuidad" con el reconocimiento de Catalunya como nación

Reclama "lealtad" institucional al presentar el Estatut como un paso en el "progreso de la democracia" en España

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 3 mayo 2006 13:38

MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, sostuvo hoy que España "gana en estabilidad y realismo" aceptando el "clamor" de quienes defienden a Catalunya como nación y supone la "fórmula que mejor puede garantizar la continuidad" del Estado español y su "progreso como realidad plural". "¿España ganaría algo negándose a reconocer este clamor? Perdería el sentido de la realidad y el respeto de miles de catalanes", apostilló.

En su intervención ante la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado en el debate del proyecto de Estatut, Maragall hizo una defensa "institucional" del texto y apeló al "respeto" y la "lealtad institucional" para acabar con "tópicos, recelos y prejuicios que nos distancian y que no suponen ninguna contribución a la convivencia entre los pueblos de este país que se llama España".

Para Maragall, "probablemente será necesario más tiempo para una valoración más justa y menos desapasionada del salto que estamos a punto de hacer y de la voluntad de compromiso de sus impulsores", pero aseguró que "el esfuerzo vale la pena" y "con el tiempo toda España entenderá que la apuesta de Catalunya está hecha desde el respeto y la convicción de que el autogobierno y la proximidad es el mejor principio en política".

Maragall insistió una y otra vez en que la propuesta de Estatut es "afirmativa" y "no va contra nadie" por lo que se manifestó "dolido" por los ataques vertidos desde las filas del PP hacia un planteamiento llevado a cabo desde el máximo respeto "procedimental" y en el marco de la Constitución.

El presidente de la Generalitat esgrimió el "gran servicio" realizado por el Estatut vigente, tanto a Catalunya como "a todos" y que ha propiciado el "periodo más largo y estable de autogobierno de toda la historia contemporánea". No obstante, señaló que tras 25 años de experiencia "hemos podido constatar sus limitaciones" y citó un "insuficiente respeto" a nuestra singularidad política y cultural, una "invasión" de competencias por parte del Estado y una financiación que "se ha revelado francamente insatisfactorio".

SATISFACCIÓN APROPIADA.

Por ello, consideró "fácilmente comprensible" la demanda de reforma del Estatut y cuyo contenido resultante "satisface apropiadamente" la doble exigencia de responder al interés general y las aspiraciones de Catalunya.

Según Maragall, el proyecto de Estatut incluye una "afirmación positiva" de la "realidad nacional" de Catalunya en el marco de la Constitución. "Somos lo que somos, nos sentimos, somos una nación", dijo Maragall, quien recordó el lama "coreado" hasta por "un millón de ciudadanos. Un auténtico clamor".

"Me pregunto si ganaría algo España negándose a reconocer este clamor. Perdería, perdería el sentido de la realidad y el respeto de miles de catalanes", dijo. Por contra, aseguró que España "gana en estabilidad, realismo y apuesta por la fórmula que mejor puede garantizar su continuidad y progreso como realidad plural".

Asimismo, destacó que el Estatut amplía y refuerza el autogobierno de Catalunya y sus instituciones y contribuirá a contribuir la conflictividad con el Estado. Maragall también defendió los derechos recogidos en el Estatut, principalmente la equiparación de catalán y castellano, y aseguró que el texto "no es intervencionista" y se limita a definir un modelo social "de persona que viven en el mundo de hoy".

FINANCIACIÓN PARA EL PROGRESO DE ESPAÑA.

Maragall hizo especial hincapié en la defensa del sistema de financiación que recoge el texto y que consideró una "fórmula útil" para el conjunto de autonomías. Según Maragall, "Catalunya ha aprendido una lección de la historia: el avance de la libertad de Catalunya siempre ha estado asociado al progreso de la democracia en España".

Así, defendió que la nueva financiación garantiza una auténtica capacidad de autogobierno para Catalunya y "cómo formar parte de España en pie de igualdad y con voluntad de jugar un papel activo". Maragall consideró que el sistema da respuesta a "necesidades no resueltas y no supone erosión alguna" hacia la capacidad financiera del resto del Estado.

En este sentido, señaló que se preserva la "igualdad de servicios básicos con un esfuerzo fiscal relativo similar" y destacó que se destine 18,8% de la inversión del Estado a Catalunya en un periodo de siete años.

AL SERVICIO DE LOS CIUDADANOS.

Al margen del contenido del texto, Maragall quiso cerrar su intervención resaltando los "cambios" que el Estatut supondrá en la relación de los ciudadanos con la Generalitat. El presidente catalán citó hasta ocho ámbitos concretos comenzando por las competencias en vivienda por las que "la oferta de viviendas de protección oficial será más agil y abundante".

Según Maragall, la Generalitat tendrá "más autoridad para obtener suelo" y el mercado libre será "más transparente y menos condicionado comportamientos especulativos".

También hizo referencia al derecho de los ciudadanos a exigir a la administración "un mayor respeto a los derechos personales" como la igualdad de género o la libertad religiosa; y a la plena responsabilidad sobre salud, sistema educativo y políticas sociales, salvando aspectos regulados por bases.

Para Maragall, el Gobierno de la Generalitat será gobierno de "referencia" y se acaba la "coartada exculpatoria tradicional" de atribuir las carencias de los servicios a la administración central.

En la misma línea, esgrimió más competencias para "corregir efectos perversos derivados de la llegada masiva inmigración", el respeto a la diversidad del sistema educativo catalán o la posibilidad de convertir en universales las prestaciones sociales para determinados colectivos, lo que constituirá "la marca de la casa" del Gobierno catalán.

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