Estatut.- Maragall tolera diferencias en el tripartito pero reprocha a ERC que quiera "salvarlo" sin apoyar el Estatut

Actualizado: jueves, 16 febrero 2006 18:36

BARCELONA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, justificó hoy la existencia de "diferencias de criterio" en el seno del tripartito en torno al Estatut y aseguró que "defenderé que se puedan tener" estas diferencias, aunque reprochó a ERC que "quiera salvar el Gobierno pero no parece que estar por el Estatut". El presidente catalán recomendó a los republicanos que se olviden de 'pinzas' PSOE-CiU en contra del Ejecutivo tripartito y se sumen a sus socios de Gobierno que están "por el Estatut y por el Gobierno". "Ése es mi objetivo", apostilló.

Maragall lidió en la sesión de control en el Parlament con los ataques cruzados de CiU a ERC y los de ERC y PP hacia el pacto entre José Luis Rodríguez Zapatero y Artur Mas sobre el Estatut. El presidente se mostró tranquilo y repartió responsabilidades en todas direcciones en cada turno de respuesta.

Así, ante las quejas del portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, por la "falta de respeto institucional" de CiU y el PSOE hacia el presidente de la Generalitat y los intentos de los nacionalistas catalanes de convertir cada día en "más incómodo" para el PSOE la existencia del tripartito, Maragall recomendó a Ridao que "no se preocupen de las pinzas, que no son un problema muy serio".

Ridao había advertido de una alianza PSOE-CiU que "amenaza" al tripartito y por ello reclamó a Maragall, al PSC y a ICV que "no caigan en la trampa" de "recortar el Estatut" y "dividir" al tripartito por las maquinaciones de "la derecha local ávida de poder".

Maragall fue tajante en su respuesta y, tras reconocer que el Gobierno del PSOE "ha hecho más realidades de las que se habían hecho en años" en beneficio de Cataluña, constató que "hay un partido que quiere salvar el Estatut y cargarse el gobierno" --CiU--, "hay otro, ERC, que quiere salvar el Gobierno pero que no parece estar por el Estatut" y "hay fuerzas que estamos por el Estatut y por el Gobierno. Es mi objetivo, es nuestro objetivo".

En esta línea, sostuvo que el Estatut "no habría sido una realidad sin este gobierno y la mayoría parlamentaria que lo apoya es la que impulsó la reforma". Así, aseguró que el Estatut que "tenemos al alcance es magnífico" y recordó a ERC que no se puede "olvidar que es fruto de un pacto entre Cataluña y España".

El presidente catalán insistió en que el Estatut "debe ser de todos" y destacó que "ha nacido de la convicción del tripartito", por lo que "no sería ni justo ni comprensible que al final no estuviera" ERC, "que tanto ha hecho y con tanta convicción ha luchado para lograr lo que acabaremos consiguiendo".

"ERC ha estado al frente desde el primer momento y ahora también tiene que estar", concluyó. Para Maragall, el Estatut abre una segunda etapa del Estado de las Autonomías "30 años después de la dictadura" y situó a Cataluña "al frente" y "el resto nos seguirán".

DEFENDER LAS DIFERENCIAS EN EL TRIPARTITO.

En el turno de CiU, Mas acusó a Maragall de ser "incapaz de garantizar la unidad de acción" del tripartito en un tema crucial como la protección legal del catalán en el Estatut y en un momento de "ataques brutales, insensatos e imprudentes" del PP.

Maragall se limitó a celebrar el pacto Zapatero-Mas, pese el "desconcierto" reconocido que provocó en su Gobierno, porque "ha servido para blindar lo más difícil: que CiU se sume al Estatut". En este sentido, recomendó a Mas que "no meta el dedo donde no toca" y restó importancia a la existencia de "diferencias de criterio" en el seno del tripartito llegando incluso a "defender que se puedan tener". Es más, espetó al líder de CiU que su aportación a la mejora del Estatut "ha sido escasa".

Para acabar de rematar la "desconcertante" sesión de control, en palabras de Maragall, el líder del PP, Josep Piqué, salió en defensa de la "dignidad" del presidente de la Generalitat supuestamente vulnerada por el pacto entre Zapatero y Mas y que sumó a la "larga historia de traiciones" del PSOE a Maragall.

Piqué restó autoridad de Zapatero y Mas para "cambiar cosas aprobadas por el Parlament" y denunció que "algunos parecen no tener respeto institucional hacia Cataluña pese a llenarse la boca de nacionalismo", en referencia a CiU.

El presidente de la Generalitat señaló que "nuestros problemas nos los hemos buscado nosotros, los suyos se los buscan, o mejor, se los busca usted por haber ido a parar a donde ha ido". "Nuestros problemas son fruto de la decisión de mi Gobierno y de este Parlamento, los suyos son fruto de una estrategia plagada de mentiras que está haciendo un daño profundo a Cataluña y España".

"Si el resultado de su esfuerzo por el giro catalanista es el que estamos viendo, tendremos que reconocer que el fracaso de su giro ha sido clamoroso", concluyó.