BARCELONA, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU, Artur Mas, reclamó hoy al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que "haga de presidente y no de flotador del tripartito" y le acusó de "poner en riesgo el proceso del Estatut para salvar" su Gobierno, en referencia a las declaraciones en las que hoy Maragall consideraba que el voto de ERC en el referéndum no afectará al Gobierno catalán.
Mas criticó que "con su actitud y sus declaraciones" Maragall "esté dando alas a los que juegan con la cohesión del Gobierno" en el futuro referéndum de aprobación del Estatut. Por contra, Mas le reclamó que "tenga el coraje que no ha tenido en la negociación y la valoración del Estatut" y trabaje ahora "para conseguir que el referéndum se pueda celebrar en las condiciones lógicas", es decir, con una postura cohesionada del Gobierno.
"La misión del presidente de la Generalitat no es salvar el tripartito, porque el tripartito no está por encima de Cataluña", remarcó Mas, por lo que advirtió a Maragall que "si el tripartito resulta no ser una buena fórmula para Cataluña su obligación es revisarlo".
Mas consideró que "la posición más coherente es la del portavoz del PSC, Miquel Iceta", que ayer advirtió que un 'no' de ERC en el referéndum sería "un golpe mortal" al Gobierno tripartito. Para Mas, las declaraciones de Iceta "deberían hacer reflexionar a Maragall" para que "deje de hacer comentarios de una frivolidad inmensa" en esta cuestión.
El líder de CiU consideró que sería "insólito, inverosímil" y "algo inédito y único" que el Gobierno catalán se presentara desunido al referéndum del Estatut y reprochó a Maragall que compare las desavenencias del tripartito con las de los Gobiernos de coalición de Francia o Alemania.
"¿Alguien se imagina al Gobierno francés dividido internamente en el momento de modificar la Constitución francesa?", preguntó Mas, para destacar que la posibilidad de que los tres partidos que forman el Gobierno catalán pidan votos distintos en el referéndum del Estatut crearía un panorama "insólitamente penoso y decepcionante".
Por ello, insistió en reclamar a Maragall que "haga los deberes" y "organice un referéndum en las mejores condiciones posibles" para el Estatut, algo que dijo que "no es el trabajo ni el problema de CiU" sino del presidente de la Generalitat.
Mas acusó a Maragall de poner sus propios intereses y su "obsesión casi desesperada por salvar el tripartito a cualquier precio" por "delante de los intereses de Cataluña y del interés general" y "a riesgo de hundir el propio prestigio del Gobierno de la Generalitat y el resultado del referéndum", algo que "Cataluña no se puede permitir", dijo.
Aunque reconoció que "es legítima la constitución del tripartito", pese a ser --dijo-- "una coalición de perdedores", Mas advirtió que "lo que no es legítimo es ejercer la presidencia del Gobierno a base de pensar exclusivamente en intereses personales o de partido por encima de los del país".
Mas subrayó el "desconcierto" que deberá afrontar el votante catalán en el referéndum "después de ver a Maragall durante los últimos dos meses dando coces el Estatut" y al encontrarse con "un Gobierno dividido" a la hora de pedir el voto.
El líder de CiU consideró que una situación así es "responsabilidad del presidente de la Generalitat" y "no es disculpable" que se produzca, más aún "cuando sabe que CiU está dispuesta a garantizar la estabilidad del Gobierno catalán hasta después del referéndum".
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