Estatut.- Mas supedita el pacto a la preeminencia de la Generalitat en financiación y dice que CiU está lista para el no

BARCELONA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente de CiU, Artur Mas, se ha decidido a tener un mayor protagonismo en las negociaciones del proyecto de Estatut y será él mismo quien trasladará al Gobierno y al PSOE las "reflexiones" de la federación nacionalista en materia de financiación que condicionarán un hipotético acuerdo y que pasan por la "preeminencia" de la Generalitat en la gestión de los impuestos, ya sea de forma "exclusiva" o "compartida" con el Estado.

CiU no trasladará al Gobierno una propuesta de financiación por escrito sino que en la reunión prevista para mañana para abordar la negociación de la financiación se planteará, de viva voz, la postura de la federación, que mantendrá la "lógica" de la propuesta que incluye el proyecto de Estatut. Así, además de la posición "preeminente" de la Generalitat en la gestión de impuestos, Mas defenderá el "blindaje" del Estatut frente a la LOFCA, así como un aumento importante de los recursos que ingrese la Generalitat como resultado de un nuevo sistema de financiación.

Mas advirtió que si en el PSOE se imponen las tesis defendidas hoy mismo por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, "no sería aceptable para Catalunya ni para CiU" y añadió que "después de tanto jaleo no podemos aspirar tan sólo a un 50% del IRPF". En este sentido, recordó que aumentar el porcentaje de la participación de la Generalitat en los impuestos del Estado "se puede hacer sin Estatut" y señaló que "nosotros ya lo hicimos" en 2001 y "con un gobierno no precisamente amable".

El objetivo de CiU en la reunión prevista para mañana es "calibrar" si el PSOE está dispuesto a modificar su oferta inicial de financiación, que reiteró es "inaceptable" para Catalunya y evaluar si los socialistas están en condiciones de moverse hacia los postulados de la federación.

En este cometido y con la "esperanza de convencer" al PSOE, Mas anunció su "implicación directa" en la negociación y su participación en encuentros "algunos conocidos y otros no".

Mas manifestó su confianza en que la polémica en torno a las declaraciones del teniente general José Mena Aguado no afecten a las negociaciones y, por si acaso, ya advirtió que CiU "no se dejará intimidar" y "nada debilitará" sus postulados. Para Mas, la obligación de los negociadores es "llegar a un buen pacto, más allá del ruido".

FÓRMULAS SOBRE NACIÓN.

No obstante, insistió en que las cosas "no van bien" ni en la definición de nación --aparcada de momento--, ni en la negociación de las competencias, donde "nos discuten 57 de las 58 competencias" y "no sabemos dónde estamos" en la definición de la tipología, ni en financiación.

Sobre la definición de Catalunya, Mas aseguró que CiU baraja diferentes fórmulas que no quiso desvelar por "no ser el momento" y que todavía se deben "perfilar" en el seno de la federación nacionalista. La fórmula hecha pública por Josep Antoni Duran Lleida "es una de las posibles, pero no la única", dijo.

PREPARADOS PARA EL NO.

Mas lanzó un "toque de atención a algunos" a quienes recordó que "los negociadores deben saber dónde están y no vivir de ilusiones ópticas". Así, señaló que CiU está "preparada para decir que 'no' si llega el caso" y aseguró que "no nos temblarán las piernas ni nos dejaremos impresionar" a la hora de tomar la decisión, que en el caso de responder a un mal Estatut, sería "una autoprotección para Catalunya".

Por contra, señaló que "otros no lo tienen tan claro" y buscan "un acuerdo a cualquier precio". En este sentido, señaló que mientras el PSC "es la misma cosa que el PSOE", en ERC e ICV-EA "no parecen tener consciencia de dónde están" y preguntó si trabajan para "justificar un pacto de Gobierno o por un buen Estatut".

Pese a las advertencias sobre el estado de las negociaciones, Mas aseguró que CiU quiere "decir sí, si el Estatut es bueno para Catalunya" y manifestó tener esperanzas en que "de aquí a unos días puede decir que se ha dado un giro y comenzamos el camino de acercarnos al acuerdo".

SIN ENROCARSE.

Mas también rechazó acusaciones de intransigencia y aseguró que "mientras la negociación está viva nadie se puede enrocar" en sus posturas. No obstante, defendió la "firmeza" de CiU en la negociación. Según Mas, "podríamos encontrar mil excusas para decir que no, pero queremos un acuerdo, aunque no cualquier acuerdo para que el PSOE salve el pellejo".

El líder de CiU señaló que la resolución de la negociación podría ser similar a la ocurrida en Catalunya e instó al resto de partidos catalanes a olvidarse de las "fotos", que "pueden ser buenas para 15 días pero Catalunya lo pagaría durante 15 años".

Por ello, defendió celebrar una cumbre de partidos catalanes una vez se vislumbre de forma definitiva el cariz de un hipotético pacto con el PSOE para decidir si se prosigue con la negociación o si se retira el proyecto de Estatut. Por el contrario, hasta ese momento, rechazó pronunciarse sobre "reuniones genéricas" de partidos catalanes sin que se establezca un orden del día, asistentes y compromisos a adoptar.

SINCRONIZACIÓN MAS-DURAN.

Finalmente, Mas negó la existencia de diferencias con Duran Lleida y aseguró que "no nos hacen falta sincronizaciones porque en el fondo defendemos lo mismo". Reconoció que "cada uno tiene su vocabulario y su lenguaje" y formas de "expresión diferentes" pero aseguró que están "perfectamente de acuerdo" en que "las cosas no van bien" y en que "juntos nos tenemos que espabilar para que vayan mejor".

"En lo esencial estamos perfectamente de acuerdo", insistió y resaltó que, "al final, CiU tendrá las manos libres para tomar una decisión" mientras que "otros están secuestrados por pactos que les obligan a decir sí a cualquier precio".