BARCELONA 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU, Artur Mas, apuntó hoy que después de la tregua de ETA los socialistas "respirarán más tranquilos", al reducirse la "presión brutal" a la que eran sometidos desde la oposición por el debate del Estatut, para poder abordar "el único asunto pendiente" de la reforma, el conflicto en la gestión del aeropuerto de El Prat (Barcelona).
Mas consideró que el Gobierno socialista dio "marcha atrás" respecto al "preacuerdo" que "existía entre los partidos catalanes y el PSOE" para traspasar el aeropuerto de El Prat (Barcelona) a un consorcio gestionado por las dos administraciones porque los socialistas estaban "agotados, cansados, se sentían solos y muy presionados" en el debate del Estatut.
En una entrevista a TV3, Mas insistió en que este preacuerdo existía desde enero y "la única discusión pendiente era si el consorcio se creaba antes o después del traspaso". Por ello, consideró que el cambio de postura del PSOE se debió a que "ha tenido una presión tan brutal encima y se ha sentido tan solo que estaban agotados, cansados, estaban contra las cuerdas, asustados, acobardados, muy presionados y quisieron quitárselo de encima".
Mas hizo esta reflexión y acto seguido apuntó que, con el nuevo escenario político creado tras el alto el fuego permanente de ETA, el PSOE "respirará más tranquilo" y podría abordarse esta cuestión dado que existen aún "propuestas razonables" sobre la mesa, planteadas por los partidos catalanes para desencallar el tema.
En cuanto a la propuesta del PP de aliarse con CiU en el Senado para eliminar el Título Primero del Estatut, Mas reiteró el rechazo expresado ya este fin de semana desde UDC y criticó también las "falsedades" de los populares al explicar el contenido del texto.
Según Mas, "no hay nada" de eutanasia o aborto libre en el Estatut, como alerta el PP, sino que en un principio alguno de estos aspectos "estaba mal redactado", como el derecho a morir dignamente, y gracias a algunas "enmiendas también e CiU" se "acabó de puntualizar lo que no se decía pero que se podía interpretar que se podía llegar a decir".
Mas se mostró convencido de que con el redactado actual de este título del Estatut, "como consecuencia legales y prácticas, no habrá modificación del marco social establecido" en Catalunya.
En cuanto a la postura de ERC, insistió en atribuirla a "un ataque de celos" en lugar de "a un problema de contenidos" y aseguró no saber ya "qué quieren" los republicanos para variar el voto, dado que "se les han dado todo tipo de facilidades y excusas para lavar la cara ante su gente".
Mas reiteró su oferta a los republicanos, formulada este fin de semana en Lleida, para que tras el 'no' en el pleno del Congreso, "se abstengan en el Senado, den un sí crítico en la votación final del Congreso y luego pidan el sí en el referéndum".
El líder de CiU aseguró poder "demostrar que ERC estaba dispuesta a firmar" un acuerdo del Estatut con un contenido "muy inferior al que se ha conseguido" y consideró que ahora los "dirigentes" de ERC "no saben cómo subir al carro del 'sí', después de haber vendido a sus bases que el acuerdo era tan malo".
Mas acusó a Esquerra de "poner por delante el partido en lugar del país", mientras que "el resto de formaciones, excepto el PP, no lo han hecho, y no sólo hablo de CiU".
En cuanto al referéndum, Mas vio a una "ciudadanía catalana despistada" por el "espectáculo" del debate estatutario "y las peleas del tripartito" en este asunto, con "escenas como la del propio presidente de la Generalitat criticando el acuerdo", y abogó por "comparar el Estatut no con el del 30 de septiembre, sino con el que tenemos hoy", dado que el nuevo "es infinitamente mejor".
Mas consideró que el Gobierno tripartito "tiene que aclararse" antes de la consulta o su "división" resultará "un 'handicap' para el referéndum", y apuntó que su deseo sería obtener "más de un 60% de participación y más de un 60% de 'síes'".