Estatut.- El PP ve "una considerable reducción de apoyo popular al sistema de autogobierno" en los resultados del 18-J

MADRID 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

El PP cree que los resultados del referéndum sobre el nuevo Estatuto catalán, que se celebró el pasado 18 de junio, evidencian "una considerable reducción del apoyo popular al sistema de autogobierno", según se desprende de un documento interno del partido al que tuvo acceso Europa Press.

"Los resultados del referéndum del nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, celebrado el 18 de junio, muestran un fracaso del proyecto rupturista del presidente Rodríguez Zapatero, junto con una considerable reducción del apoyo popular al sistema de autogobierno --se señala--, resultado de un proceso salpicado de conflictos y polémicas, así como de un texto burocrático que no logró despertar entusiasmo alguno en la ciudadanía".

En el citado documento se apunta también un "descenso continuado del apoyo a la reforma estatutaria", dado que fue aprobado en septiembre de 2005 con el respaldo del 89 por ciento del Parlamento catalán. "Este porcentaje se redujo al 54 por ciento en la votación del Congreso de los Diputados, al 49 por ciento en la votación del Senado y, por fin, al 36,51 por ciento del censo en el referéndum popular", se apostilla.

"Se ha producido un importante retroceso del respaldo democrático: El Estatuto hasta ahora vigente consiguió, en octubre de 1979, el voto favorable del 52,62 por ciento del censo. Se ha producido, por tanto, un retroceso de más de 16 puntos porcentuales en el respaldo de la ciudadanía catalana a su ley de autogobierno. Ello supone no sólo un rechazo al texto, sino también a los partidos y los políticos que lo promovieron", se añade.

REFORMA QUE "QUIEBRA" UN GOBIERNO

Los 'populares' enfatizan en su 'argumentario' que, además, la reforma estatutaria ha conllevado la "quiebra" del gobierno catalán y una división en el seno del PSC. "Uno de los efectos colaterales de la reforma ha sido la quiebra del gobierno tripartito constituido en diciembre de 2003, al retirar Esquerra Republicana su apoyo al texto aprobado en las Cortes. Al mismo tiempo, ha producido graves tensiones en el seno del Partido de los Socialistas de Cataluña, que a conducido a que Paqual Maragall no repita como candidato a la presidencia de la Generalidad", se determina.

"En su momento, la reforma se planteó como un nuevo y necesario pacto que incorporase plenamente a los nacionalistas en el sistema político de la Constitución de 1978, y con ello neutralizase las tensiones territoriales. No ha sido así --se asevera--. Ni el electorado catalán ha resultado sensible a la proclamación indirecta de la 'nación', ni los independentistas han renunciado a su objetivo".

Dicho esto, se establece que el verdadero resultado del proceso, "a reservas de lo que pueda decidir el Tribunal Constitucional", es que el proyecto nacionalista "se ha fortalecido", mientras que de forma paralela son ahora "más débiles" tanto "el Estado como, sobre todo, los ciudadanos de Cataluña, cuya libertad personal se verá sensiblemente coartada por un intervencionismo anacrónico y generador de ineficacias".

"El debate de la reforma estatutaria ha despojado a la izquierda de sus señas de identidad. Durante el último año, tanto los socialistas como los postcomunistas de Izquierda Unida han renunciado a principios políticos que en toda su historia consideraron básicos --argumentan--, como la igualdad de los ciudadanos en una sola comunidad nacional y unos criterios de solidaridad aplicables entre clases sociales, nunca entre territorios. Esa traición a sus bases electorales ha aumentando de manera considerable la distancia entre la sociedad y la clase dirigente, como puede apreciarse en la alta abstención que se registró en las poblaciones catalanas de mayoría socialista".

Tras sentenciar que la reforma estatutaria catalana "ha cambiado" el modelo constitucional, "sin que resulte aún posible determinar su alcance", el PP augura un proceso de "desajustes" que puede afectar "a la totalidad de las comunidades autónomas y al propio Estado". En este contexto, advierten de que el proceso legal ligado al Estatuto no ha terminado todavía, puesto que aún falta la sentencia del Tribunal Constitucional.