VALLADOLID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, recordó hoy que la Constitución Española asegura el derecho de autonomía de las nacionalidades y regiones de España y garantiza la solidaridad entre las comunidades autónomas. Además, hizo hincapié en que las decisiones mayoritarias no están legitimadas si contradicen la Carta Magna.
Casas, quien pronunció hoy la conferencia 'Los Retos Actuales del Tribunal Constitucional' durante el acto de inauguración de la remodelación del edificio histórico de la Universidad de Valladolid, insistió en que las decisiones políticas acordadas por la mayoría no están legitimadas si van en contra de la Constitución y que la reforma de la Carta Magna precisa de una mayoría cualificada.
SUMISIÓN CONSTITUCIONAL DE TODOS LOS PODERES
Asimismo, destacó que la misión del Alto Tribunal es velar por la supremacía de la Constitución, "fruto del consenso", y garantizar el hecho de que las normas aprobadas por los legisladores no deben vulnerar la Carta Magna.
A su juicio, el Alto Tribunal realiza un "excepcional trabajo" y está "arraigado" tanto al sistema jurídico y político como a la sociedad de modo que, sin su papel, la vida pública y privada sería "ininteligible".
Tras mencionar las modificaciones efectuadas en el seno del Tribunal Constitucional en sus 25 años de vida, Casas recordó que la supremacía de la Carta Magna se proyecta sobre todos los poderes del Estado y subrayó la necesaria sumisión a la Constitución de todos los poderes así como el papel del Alto Tribunal en el establecimiento del "equilibrio y la ponderación" en los conflictos territoriales.
EL TC NO ES "ÓRGANO POLÍTICO"
Durante su conferencia, María Emilia Casas consideró un error deducir que el Alto Tribunal es de naturaleza política ya que a su juicio es un órgano "estrictamente jurídico" que ejerce una jurisdicción que, añadió, está subordinada a la independencia de las personas que la ejercen, por lo que defendió la "competencia y la independencia" de los candidatos a magistrados sobre el resto de cualidades.
En su opinión, el balance de los últimos 25 años es "altamente positivo", algo que se refleja en la consolidación de los valores constitucionales, en la garantía de la supremacía de la Constitución sobre la ley, en la definición de los ámbitos "competenciales" del Estado y de las Comunidades Autónomas así como en haber evitado que la propia Carta Magna se "redefiniera" a través de la aprobación de "normas subordinadas".
En referencia a los retos del futuro, la presidenta del Constitucional destacó el "imparable trabajo" acumulado debido al "constante incremento de asuntos ingresados" y planteó que las soluciones presentadas no pueden "mejorar la situación como debieran por más que se intensifique el trabajo".
En este sentido, Casas señaló que desde 1981 hasta 2005 se dictaron 5.601 sentencias, 13.679 autos y más de 70.000 providencias de inadmisión, "un acervo jurisdiccional de incomparable valor", y subrayó el incremento en casi 2.000 de los recursos presentados en el año 2005 en relación con 2004, al que calificó de "muy notable".
Por ello, la presidenta del Tribunal Constitucional saludó "con satisfacción" la elaboración del proyecto de ley por parte del Consejo de Ministros sobre la reforma de la institución que preside, que en la actualidad se encuentra en el trámite de enmiendas, aunque matizó que existen otras cuestiones "que pueden y deben ser modificadas" y que espera se aprueben con el mismo consenso de 1978.
Tras abogar por la ordenación de las funciones del Tribunal de manera "adecuada" a sus necesidades, María Emilia Casas cerró su intervención con unas palabras de recuerdo al catedrático de Derecho y ex presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente, con motivo de la celebración el próximo día 14 de febrero del décimo aniversario de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA.