Estatut.- Rajoy rechaza "el principio del fin del Estado" y cree "obligación moral" facilitar que el TC se pronuncie ya

Critica que Zapatero no tenga "valentía y vergüenza torera" para defender personalmente su "rosario de artimañas y deslealtades"

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 30 marzo 2006 13:49

MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, defendió hoy el 'no' del Grupo Popular al nuevo Estatuto de Cataluña alegando que "quiebra la letra y el espíritu" de la Constitución y que supone "el principio del fin del Estado" que se diseñó en 1978. Tras avisar de que su aprobación permitiría "soslayar" la Carta Magna de manera "elástica, flexible, imprecisa y ambigua", solicitó la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad y arremetió contra el presidente del Gobierno por no defender personalmente la posición del Ejecutivo.

Rajoy inició el que a su juicio es "el debate más importante de la legislatura" recordando que las posiciones y argumentos de cada cual ante el texto estatutario quedarán recogidas en el acta parlamentaria, que será "una página muy importante de la historia contemporánea" y posible objeto de consulta del Tribunal Constitucional a la hora de intentar entender "cuál era la intención del legislador".

Después, hizo un resumen de lo que, bajo su punto de vista, ha significado el proceso de negociación previo a la votación de los diputados: Rajoy usó los términos "espectáculo lamentable", "desbarajuste" y "embrollo" para referirse a un proyecto que nació del "antojo" de unos gobernantes que tachan de "anticatalán" al que no comparte su criterio. "Una respuesta que está perfectamente a la altura de la racionalidad de aquellos debates --ironizó--. Señorías, siempre me he preguntado cuál será el coeficiente intelectual de quienes utilizan tan elaboradísimos y brillantes argumentos".

Aprovechó también la ocasión para incidir en las dudas sobre la 'paternidad' de la "criatura", que fue "concebida" por el tripartito catalán y "apadrinado" por el presidente del Gobierno, según el líder del PP, un metafórico alumbramiento al que después se sumaría el nacionalista Artur Mas, porque a Zapatero le parecía "que eran pocos". "Y es espectáculo de frivolidad, de indolencia y de oportunismo que nos han demostrado algunos protagonistas será difícil que nadie los supere", apostilló.

"Una vez que el Estatuto llegó a esta Cámara volvieron a reunirse Zapatero y Mas que acordaron dejar a un lado al tripartito --sentenció--. El señor Mas se alzó con el santo y la limosna. Mientras, el tripartito mascullaba por los rincones que lo de Mas era un acuerdo dudoso y precipitado. Así hasta hoy, que no se sabe de quién es la criatura, ni que futuro le aguarda ni a que intereses saben. Lo único claro en esta historia es que el principal responsable es el señor Rodríguez Zapatero".

ZAPATERO, "NI VALENTÍA NI VERGÜENZA TORERA"

En ese punto del discurso, Rajoy quiso aludir específicamente al papel desempeñado por el jefe del Ejecutivo en este proceso estatutario: Le reprochó que se comprometiera a aprobar lo que llegara desde Cataluña; que apuntara que el término nación es "discutido y discutible"; que abriera "un melón" del que "otros" sacarían "tajada" y que ofreciera a CiU un modelo de financiación a sabiendas de que "no podía".

"Es el mismo que hizo arreglos en Moncloa y no tiene la valentía y la vergüenza torera de estar hoy aquí en el debate más importante de la legislatura. No nos engañemos. Es evidente que no estamos ante una página gloriosa en la historia de la democracia. Más bien se trata de una de las menos edificantes. Es un triste rosario de artimañas, intrigas, nocturnidad y deslealtades", enfatizó.

"UNA PICA EN EL CORAZÓN DEL ESTADO"

Rajoy pasó entonces de criticar el "espectáculo" que dio lugar al Estatut a referirse al resultado. Para el líder de la oposición, se ha puesto sobre la mesa un "embrollo" que es, además, una ley "mal hecha, indigente y defectuosa", un "enredo que no resuelve nada" y da lugar a "un semillero de conflictos jurídicos".

"Han pactado ustedes enmiendas que lo mismo autorizan para entender una cosa que su contraria --señaló--. A los nacionalistas les permiten presumir de haber clavado una pica en el corazón del Estado. A los señores del PSOE les permiten decir que han dejado un texto limpio como una patena. Por lo visto es un Estatut con alma samaritana que permite a cada uno leer lo que le guste".

Según el presidente del PP, el texto final en un "galimatías" que no se entiende y que los socialistas quieren "quitarse de encima cuanto antes", pese a que todavía es "inconstitucional" por "quebrar la letra y el espíritu" de la Carta Magna. "Comienza mencionando en el Preámbulo una nación que la Constitución rechaza", avisa.

Recalcó que, a su entender, los preámbulos tienen operatividad jurídica, auguró que los jueces no se dedicarán a enredar con la semántica y que interpretarán el concepto "nación" en términos jurídicos. "No son adornos retóricos ni introducciones corteses ni lugar para los desahogos líricos. Todo lo que aparece en un preámbulo, tiene validez", insistió.

Asimismo, criticó que se asevere que los poderes de la Generalitat emanan del pueblo catalán; que se fijen "unilateralmente" las competencias de Cataluña o que, entre otras cosas, se intente marcar cuál ha de ser la legislación básica del Estado. "¿Se les ha ocurrido pensar qué puede ocurrir si generalizamos esta norma?", se preguntó.

Rajoy determinó al tiempo que el "grotesco" capítulo de 'Derechos y Deberes' del nuevo Estatuto establece la "división" y la "desigualdad" entre españoles. "Sorprendentemente, este desvarío discriminatorio está apadrinado por los socialistas. ¡Les cabe el honor de haber sembrado la desigualdad entre los españoles!".

"Este Estatuto no dice lo mismo que la Constitución: Dice lo contrario. No es que interprete la Constitución, no: es que la contradice. Mal se puede interpretar una ley afirmando lo contrario. Eso no es interpretar, es olvidarse de la Constitución. Es equipararla con el Estatuto. Es negar la vigencia de la Constitución allí donde se aplique el Estatuto --expuso--. No podemos admitir que a la chita callando, con golpe de pecho constitucional y patriótico que nos encontremos, a efectos prácticos, con dos Estados".

"NO ES BUENO PARA CATALANES"

En la recta final de su intervención, Rajoy dijo que el Estatuto es una "reforma encubierta de la Constitución" que no "resuelve nada", que "no tranquiliza" a los nacionalistas ni "une" a los españoles, "Ni siquiera es bueno para los catalanes", advirtió, aduciendo que se impondrá el "rígido ideario nacionalista y el corsé de la construcción nacional". "Y los insatisfechos de oficio seguirán insatisfechos", estimó.

A modo de salida, el líder de los 'populares' sugirió que se devuelva el texto para dar "algo de ilusión y mucha tranquilidad" a los ciudadanos o, de no hacerse, que se permita un referéndum en todo el país y que se dé 'luz verde' a la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad.

"Si no quieren retirarlo, tienen ustedes la obligación moral de esperar a que el Tribunal Constitucional entre en el fondo del asunto y aceptar el recurso previo de inconstitucionalidad --esgrimió--. Sería una grave irresponsabilidad no esperar. Estamos ante un asunto suficientemente grave y no pasará nada porque su tramitación se retrase un tiempo. Por el contrario, pueden pasar muchas cosas y ninguna buena, si se elude el dictamen".

Finalmente, estableció que el "mayor error" del Estatuto es también el "mayor error" de Zapatero, esto es, "la rotura del consenso", algo que resulta "inmoral" cuando se trata del modelo de Estado. "No se preocupen. Cuando me toque, no pienso imitarles. Seguiré defendiendo el acuerdo para cualquier reforma del bloque constitucional. Si aceptara actuar como ustedes hacen, esta país se desharía, en poco tiempo, como un azucarillo en el agua. Yo no soy un político profesional. No me da igual una cosa que otra. Esto aquí para defender principios", concluyó.

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