MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, así como dirigentes territoriales socialistas, apostaron anoche en La Moncloa, en presencia del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, por multilateralidad en financiación dentro del debate territorial, según informaron a Europa Press fuentes conocedoras del encuentro.
Con esta premisa, estas fuentes señalaron que la conclusión fue de apoyo general al proceso de reforma del 'Estatut' para que salga adelante, sin radicalismos en las intervenciones y con tono moderado, aunque con petición de precisiones respecto a cómo se articula la solidaridad.
El jefe del Ejecutivo, que se extendió en la relevancia del año 2006 con una visión optimista, repitió a los presidentes autonómicos socialistas y a los secretarios generales regionales del PSOE buena parte de los argumentos que, en público y por la mañana, había trasladado en un desayuno informativo. Esto es, la importancia de revisar el modelo territorial con los márgenes de la Constitución.
Zapatero también se refirió a los temas más conflictivos dentro del debate del proyecto de reforma del 'Estatut' catalán, como la financiación, con una apuesta por la multilateralidad pero reconociendo que algunas comunidades se han visto perjudicadas y que ello, a la hora de definir el modelo, ha de tenerse en cuenta.
QUE NO SE ALARGUE.
Esta es la tesis que se esgrime no sólo para Cataluña, sino también para comunidades como Baleares o Madrid aunque haya presidentes autonómicos, como el de Galicia, Emilio Pérez Touriño, al que no le "salgan las cuentas". El secretario general, según las fuentes consultadas, también se detuvo en la necesidad de que el debate no se alargue mucho.
El presidente del Gobierno también tuvo oportunidad de contestar al secretario general del PSM, Rafael Simancas, quien en su intervención preguntó que pasaría si finalmente no había 'Estatut'. Zapatero, según las fuentes consultadas, dijo que no pasaría nada aunque habría que explicarlo a la opinión pública.
No obstante, el secretario general animó a no hablar de futuribles y a ponerse a trabajar para que la reforma saliera adelante. Precisó que probablemente no habría un nuevo Estatuto en mucho tiempo si no se aprovecha ahora la oportunidad.
APOYO AL PROCESO.
El resto de las intervenciones, según estas fuentes, se desarrolló en tono moderado, y con la coincidencia en que se debe hacer un esfuerzo general para que el 'Estatut' salga adelante y con un ánimo común por parte de los dirigentes territoriales y presidentes autonómicos de apoyo al proceso.
En la cena --que se prolongó hasta la una de la mañana en la que también estuvieron presentes los secretarios de Organización y Política Autonómica, José Blanco y Alfonso Perales, respectivamente, y el portavoz parlamentario, Alfredo Pérez Rubalcaba, así como la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega--, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall hizo una descripción de la posición de cada uno de los partidos en la negociación del 'Estatut'.
MARAGALL: EXIGENCIAS DE CIU.
Constató lo mucho que se juegan todos los partidos en la misma, incluso CiU, resaltando que es la formación que, por estar en la oposición, puede permitirse ofrecer posiciones más duras y plantear mayores exigencias.
También destacó que en el arco parlamentario catalán todos las formaciones inmersas en el proceso necesitan poder 'vender' las negociaciones a su electorado, lo que genera dificultades en el diálogo, pero que el acuerdo es necesario y que ninguna de los partidos proponentes quiere quedarse fuera.
De su lado, Alfredo Pérez Rubalcaba realizó una explicación de la marcha de las negociaciones. Aclaró que la financiación que se acuerde no será la que está incluida en el Estatuto y que hay que buscar fórmulas y analizar cada comunidad autónoma, dentro de una apuesta por lo multilateral.
Precisó, en cuanto al término 'nación', que hay que conciliar las pretensiones nacionalistas con lo que dice la Constitución y admitió la posibilidad de que se incluya en el preámbulo una referencia, pero no en el articulado. En cuanto a las competencias, apuntó que hay un acuerdo muy amplio.
Alguno de los asistentes encontraron al presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, muy moderado, mostrando su apoyo al proceso territorial y a la implicación de todos y subrayando la necesidad de cerrarlo, dando a entender la idea, según las fuentes consultadas, de que descentralizar no significa hacer España más débil, sino más fuerte.
En esta línea, se mostró de acuerdo con que hubiera 'Estatut', pero planteó numerosas precisiones sobre el sistema de financiación, dejando claro que el sistema tiene que garantizar la solidaridad.
CHAVES: APOYO DEL PARTIDO AL PROCESO.
De su lado, el presidente de Andalucía y del PSOE, Manuel Chaves, hizo hincapié en la necesidad de que el partido apoye el proceso territorial y lo defienda desde la unidad, al formar parte del proyecto socialista.
Así, y con la defensa de un sistema multilateral, apeló a la unidad del partido para aprobar el 'Estatut' y a la necesidad de mantener una línea coherente de declaraciones, evitando que suceda lo mismo que al principio de llegar el texto al Congreso, cuando se hicieron públicas las discrepancias. Pidió que quien tenga dudas o no esté de acuerdo lo plantee dentro del partido, de forma que los problemas se solventen dentro.
ELECCIONES MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS.
El presidente del Gobierno también tuvo tiempo en su intervención de hablar de otros temas, como las nuevas leyes que marcarán el año, entre ellas la norma de Dependencia, o el terrorismo, tema que, según las fuentes consultadas, no fue objeto de debate. Tampoco el secretario general del PSE, Patxi López, tocó este tema.
El líder del PSOE remarcó igualmente que en el año que comienza deben prepararse las elecciones municipales y autonómicas y que el partido deberá hacer un esfuerzo de preparación, sin citar fechas y dejando el proceso en manos del secretario de Organización y Coordinación, José Blanco.