SEVILLA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía aprobada la semana pasada por el Pleno del Congreso de los Diputados corrige los "errores históricos" sobre los que ayer alertó el portavoz del Centro de Estudios Históricos de Andalucía (CEHA), Antonio Chaves, merced a las "correcciones técnicas" introducidas al texto durante el debate final en la Cámara Baja.
El texto aprobado por la Comisión Constitucional del Congreso el pasado 24 de octubre aseguraba que la nominación de Blas Infante como Padre de la Patria Andaluza fue aprobada "en abril de 1985", cuando en realidad lo fue en el mismo mes del año 1983, como se recoge en la propuesta aprobada por el Pleno el pasado jueves y publicada en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, a la que ha tenido acceso Europa Press.
No obstante, el Estatuto aprobado en el Congreso y que ahora inicia su tramitación en el Senado mantiene inalterable el término 'Juntas Liberalistas' para referirse a la entidad que representó el nacionalismo andaluz en tiempos de la II República, a pesar de que el CEHA considera que el uso de este término en plural constituye una "incorrección" porque, "según se documenta por investigaciones y escritos de Blas Infante y de su círculo, tal denominación debe realizarse en singular, es decir, 'Junta Liberalista'".
El CEHA ya advirtió el pasado mes de mayo por escrito a la presidenta del Parlamento andaluz, María del Mar Moreno, y a los portavoces de los grupos políticos de que la propuesta de reforma del Estatuto aprobada por el Parlamento andaluz incluía "incorrecciones" que le impedían ser "coherentes con los datos históricos".
El debate final en el Pleno del Congreso también sirvió para introducir 'in extremis' una serie de correcciones a la redacción del dictamen de la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía orientadas a garantizar que el lenguaje del texto "no tenga carácter sexista y sea inclusivo de la realidad de hombres y mujeres en Andalucía".
La decisión de introducir estas correcciones realizadas por los letrados de la Cámara Baja, que habían quedado pendientes durante la tramitación del texto en la Comisión Constitucional, se aprobó por unanimidad antes de someter a votación la propia reforma del Estatuto en el Pleno del Congreso, ya que el texto hubiera tenido que volver a la Cámara Baja de haberse dejado pendientes estas modificaciones para el trámite del Senado.
