Defiende la "realidad nacional" de Andalucía para que "nadie nos haga retroceder de la primera línea que conquistamos el 28-F"
MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz, Manuel Gracia, cerró hoy su intervención inicial en el debate de toma en consideración de la proposición de Ley de reforma del Estatuto de Autonomía en el Congreso de los Diputados acusando al PP de "negar el consenso y la propia reforma" al anunciar su voto contrario en el Pleno tras realizar un nuevo llamamiento al consenso "que permita que todos nos podemos reconocer en el texto final resultante", para el que puso como "único límite" que no se plantee "rebajar la ambición de más autogobierno y más derechos sociales".
Gracia inició su discurso expresando su "reconocimiento y respeto" a la soberanía nacional representada en las Cortes Generales para dejar claro a continuación que "el Parlamento andaluz ya ha decidido qué reforma quiere", con lo que el Congreso "no es ni el lugar ni la oportunidad para resolver lo que ya está democráticamente resuelto en Andalucía", aunque si podrá "decidir y establecer legítimamente la voluntad y el interés general de toda España".
Tras dejar claro que se pronunciaba "con dignidad y con lealtad" al Parlamento andaluz en defensa del texto, el portavoz socialista aseguró que la reforma del Estatuto parte de la "lealtad con el Estado, con España, de la que somos parte inseparable" y realizó un repaso de los antecedentes del acceso a la autonomía plena, con referencias a las Juntas Liberalistas y a Blas Infante, para reivindicar la "carga de legitimidad" que representó el 28-F de 1980.
"CATASTROFISMO GRANDILOCUENTE Y CHISTES ALTANEROS"
Según argumentó, el reconocimiento de la "realidad nacional" de Andalucía en el preámbulo del Estatuto sólo responde al afán de los andaluces por garantizar que "nadie nos haga retroceder de la primera línea que conquistamos el 28-F", por lo que no se mostró sorprendido por el hecho de que "los que entonces pretendieron negarnos el derecho a la autonomía plena sean los mismos que ahora se burlan y se asombran de que Andalucía quiera seguir estando en la primera línea entre las comunidades autónomas, los que menosprecian al Parlamento andaluz con su catastrofismo grandilocuente y sus chistes altaneros".
Tras poner de manifiesto que "siempre que en nuestra historia reciente se ha presentado una oportunidad para que Andalucía avance lo hemos tenido que hacer sin la derecha, cuando no contra ella", Gracia destacó que Andalucía constituye "la mejor demostración del éxito del Estado de las Autonomías" tras el avance experimentado en los últimos 25 años "más allá de los tópicos rancios con que todavía nos ofenden algunos".
Por todo ello, el portavoz socialista pidió "respeto" al texto aprobado por el Parlamento andaluz, "fruto de un proceso de varios años, libremente asumido y libremente transitado, sin tapujos, coartadas a nadie ni complejos", y lamentó que la actitud del PP desde el principio fuese "ambigua y zigzagueante", al punto que señaló que la "percepción compartida" en Andalucía es que "el PP nunca quiso la reforma del Estatuto y toda su estrategia se ha dirigido a retrasar el proceso, a frenarlo a entorpecerlo".
EL PP, "AMBIGUO Y ZIGZAGUEANTE"
En su opinión, esta estrategia del PP obedece a su posición ante la reforma del Estatut catalán, lo que provocó que los "reiterados y constantes" intentos de búsqueda del consenso resultasen "inútiles", aunque ello no le impidió realizar un nuevo llamamiento al consenso durante el trámite en las Cortes Generales "que permita que todos nos podemos reconocer en el texto final resultante", para el que puso como "único límite" que no se plantee "rebajar la ambición de más autogobierno y más derechos sociales".
Gracia, que trasladó su "pésame" al presidente del PP-A, Javier Arenas, por la "irreparable pérdida" de su padre, puso fin a su discurso calificando como "inexplicable que quien dice aspirar a gobernar Andalucía alguna vez niegue a Andalucía su derecho a que el Estatuto andaluz se debata en las Cortes Generales" y asegurando que la actitud de los populares sólo puede explicarse por la "decisión tomada de antemano de no apoyar la reforma, diga lo que diga, para poder justificar aquí y ahora el discurso de la división y del fracaso del consenso".
