Ve un ejercicio de huera retórica que se les acuse de no tener modelo, defiende las reformas y critica los "discursos altisonantes"
MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega, consideró hoy en el Pleno del Congreso un "curioso ejercicio de huera retórica política" que se diga que el Ejecutivo no tiene "un modelo de ordenación territorial del poder" y se demande que "lo explique". "No hay más que un modelo: el que está escrito en el Título VIII de la Constitución --expuso--. Lo que ocurre es que unos siempre hemos creído en lo que allí se dice y otros no. Esa es la diferencia".
En nombre del Ejecutivo en el debate de admisión a trámite del proyecto del Estatuto de Aragón, De la Vega remarcó que el modelo de articulación territorial del poder "no es patrimonio de ningún Gobierno pasado, presente o futuro, porque es una materia sustraída a cualquier Gobierno por la Constitución".
Por ello, continuó, cuando se confía en la Carta Magna, en los ciudadanos, "en los Parlamentos autonómicos" y en las Cortes, "los resultados hablan por sí mismos y el tiempo pone a cada uno en su sitio y a cada cosa en su lugar".
NO SON "PRODUCTO DE SOLISTAS".
Así, estimó "patente" el que las distintas iniciativas de reforma --y citó la del Estatuto valenciano, el aragonés, el catalán, el andaluz o el balear-- no son "el producto de solistas ensimismados por su propia realidad, sino que componen un coro firme que, compartiendo las mismas preocupaciones, realza la voz de la unidad solidaria a partir del reconocimiento de la diferencia".
Defendió que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha velado desde el primer momento "por la modernización y fortalecimiento del Estado de las Autonomías". Este resultado, dijo, obedece a "cuatro líneas principales de actuación" en las que, "pese a su contenido variable", ha convergido las distintas reformas hasta ahora promovidas.
Así, expuso que las propuestas de reforma estatutarias comparten "un mismo propósito de reconocimiento de nuevos derechos y plasmación en su norma institucional básica de señas identitarias o peculiaridades específicas de cada comunidad"; que tienen "por común objetivo la profundización y modernización del autogobierno", que las Comunidades Autónomas "ya no quieren ser meras haciendas de transferencia"; y que es "palmario" que éstas quieren "proyectar en sus Estatutos fórmulas de participación en el proceso de formación de la voluntad del Estado".
Por cada una de estas características, De la Vega puso un ejemplo del contenido del proyecto aragonés: Así, indicó que en el texto se pone de manifiesto que Aragón es una autonomía "preocupada por el agua", con un "patrimonio lingüístico plural" y con "tradición jurídica propia"; que pretende adaptar, dentro del respeto a la Constitución, la Administración de Justicia a "la realidad del Estado de las Autonomías", creando el Consejo de Justicia; y que se suma a la "tendencia" de asumir "una verdadera corresponsabilidad fiscal".
"Derechos de ciudadanía, reconocimiento de identidades y tradiciones, mejora institucional, ampliación de competencias, corresponsabilidad fiscal y participación en el proceso de formación de la voluntad del Estado cuando ésta afecta al ámbito de las competencias autonómicas --expuso--. Esta es la imagen maestra, el paisaje común que sirve de fondo al actual proceso de reformas estatutarias". Un paisaje, dijo "en el que confiar" porque "sirve al progreso y a la modernización de España".
La vicepresidenta se mostró segura de que el consenso "ejemplarmente" alcanzado en el Parlamento aragonés respecto al Estatuto --ha tenido el apoyo de todos los grupos salvo la abstención de la CHA-- se "reproducirá" en las Cortes. Y se mostró segura de que la propuesta "contribuirá sin duda a cohesionar y fortalecer" el Estado Autonómico.
"FALSOS DEBATES".
Previamente, De la Vega había recordado que cuando se firmó, en diciembre de 1977, el 'Manifiesto por la Autonomía de Aragón', se tuvo que que luchar contra "el imaginario de una España asentada en el autoritarismo del pensamiento único".
"Hoy la historia nos confirma que no había entonces razones para el recelo y la desconfianza, como tampoco las hay hoy", dijo De la Vega, que indicó que "muy lejos de aquellos que siguen empeñados en seguir alimentando falsos debates", hoy "la España plural es una realidad" y es "de todos".
Subrayó que el éxito del Estado de las Autonomías se expresa en los procesos de reforma estatutarias y que con la de Aragón, "son más de 20 millones los españoles" que creen necesario acomodarlo "a los nuevos tiempos". Explicó que los ciudadanos de Aragón lo hacen, según figura en el proyecto, para situar a su comunidad autónoma "en el lugar que, como nacionalidad, le corresponde dentro del Estado español y de la UE".
La titular de Presidencia se preguntó si "alguien duda hoy acerca de la necesidad y conveniencia de las reformas". Tras subrayar que "la inmensa mayoría de los ciudadanos" no lo hace, señaló que, a medida que el proceso de reformas estatutarias se consolida en "la absoluta normalidad", los "discursos altisonantes asentados en la desconfianza pierden todo atisbo de credibilidad".
De la Vega se basó en datos económicos de la comunidad autónoma --como que el crecimiento de su economía en términos de PIB ha superado por tres al de la Eurozona en los últimos cinco años-- para argumentar que "la autonomía política le sienta bien a los aragoneses", que la ejercen "responsablemente".
Por todo ello, les expresó en nombre del Ejecutivo su "confianza y apoyo" a la Comunidad de Aragón, como lo han hecho y seguirán haciendo "en relación con todas aquellas Comunidades que, dentro del respeto a la Constitución y contando con el respaldo mayoritario de los ciudadanos, decidan modificar sus Estatutos".
