El Estatuto de Cataluña queda aprobado en el Congreso con 189 votos a favor y 159 en contra

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 31 marzo 2006 2:01

MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó tarde al debate del Estatut de Cataluña en el Congreso, lo que fue interpretado por algunos líderes catalanes como "una falta de cortesía". Sin embargo, el jefe del Ejecutivo había estado reunido con el president de la Generalitat, Pasqual Maragall, en un encuentro en el que reinó la cordialidad y fue "bien", según confesaron las partes. Las gestiones del presidente no se detuvieron ahí: a mediodía, se fotografió en los pasillos con el líder de CiU, Artur Mas, antes y después de la votación del Estatut catalán. En el corrillo que se formó, Zapatero garantizó a los dirigentes catalanes que se implicará personalmente en la campaña del referéndum sobre el Estatut que se prevé celebrar antes del verano. Por otro lado, al término del debate, Maragall afirmó que España "ha empezado a cambiar" y seguirá el camino marcado por Cataluña.

Al parecer, en la reunión que tuvo lugar en el Congreso, Zapatero y Maragall constataron "la absoluta identidad de criterios" tanto sobre el Estatut como sobre la situación política actual, que el president de la Generalitat calificó de "apasionante". Horas más tarde, el jefe del Ejecutivo central se encontró con Mas en los pasillos, donde confirmó a un grupo de parlamentarios de CiU que tiene previsto intervenir en el debate sobre la reforma del Estatut que se producirá en el Senado. Además, el presidente garantizó que se implicará en la campaña del referéndum sobre el Estatut que se prevé para antes de verano.

En una rueda de prensa posterior a la votación en el Congreso, Maragall repartió agradecimientos en un día que "pasará a la memoria colectiva catalana", aunque fue especialmente efusivo con Zapatero, a quien reconoció una "determinación decisiva" para la aprobación del Estatut. Con el trámite superado en la Cámara Baja, el president consideró que "se hace irreversible un sueño antiguo: España reconoce lo que somos y lo que queremos ser".

A su juicio, el Estatut aprobado "está a la altura del proyecto de catalanismo formulado hace cien años" y que se ha esperado mucho para lograr una reforma "a la altura de ese sueño". Maragall dijo que el texto "cambia el concepto de país y el sistema de financiación" y que Cataluña "se pone al día como nación", además de que permite dar a España "un paso de gigante", pues se "rehacen y refuerzan los lazos de Cataluña con todos los pueblos de España".

GOZO Y SATISFACCIÓN

También Artur Mas mostró su "satisfacción y gozo" por la aprobación del Estatut, que definió como "una gran operación para Cataluña y una gran operación de Estado". En todo momento subrayó que Cataluña da el paso "con la mano tendida hacia toda España", pero al mismo tiempo con la aspiración clara "de ser nosotros mismos, de no renunciar a aquello que somos y de profundizar en un progreso colectivo que estoy seguro que este Estatut servirá para materializar mejor".

El convergente también hizo una mención especial al papel que ha tenido el presidente del Gobierno durante todo este proceso. "Nuestro ánimo era hacer una gran operación para Cataluña y al mismo tiempo una gran operación de Estado y yo quiero agradecer especialmente a Rodríguez Zapatero su apoyo en momentos difíciles", señaló, aunque admitió que tampoco se ha cumplido al cien por cien con lo que esperaban los nacionalistas catalanes.

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