Asegura que todos los partidos "han hecho los deberes", reclama que "nadie se ponga medallas" y pide "autonomía" frente a Madrid
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, expresó hoy su "plena disponibilidad" para reunirse después del verano con los líderes de las otras dos fuerzas políticas --PPdeG y BNG--, con el propósito de fijar un "horizonte temporal" en la reforma del Estatuto que garantice su aprobación este mismo año.
En una rueda de prensa tras entrevistarse en su residencia oficial de Monte Pío con el intendente de Avellaneda (Buenos Aires), Baldomero Álvarez de Oliveira; Touriño prefirió "no definir" el formato de esta cumbre con el popular Alberto Núñez Feijóo y con el nacionalista Anxo Quintana, puesto que "lo importante son los resultados" y lograr un marco que permita reiniciar el curso político "con un empujón de fuerza final" para la ponencia que asume la redacción del nuevo texto.
En consecuencia, reiteró su "disponibilidad plena" para debatir "todo lo que sea necesario" e hizo un "llamamiento a la voluntad común" para propiciar que, pese a las "legítimas aspiraciones partidarias, la causa común de Galicia y de su Estatuto se ponga por encima de todo".
Así, declaró que, con el bagaje de los trabajos acometidos desde la constitución de la Comisión de Reforma el pasado mes de febrero, "hay un tiempo razonable por delante" para garantizar la aprobación del nuevo marco autonómico en el próximo período de sesiones del Parlamento de Galicia.
No obstante, consideró "positivo" que los tres líderes "impulsen" el proceso estableciendo un calendario que "comprometa a todos" y que ratifique que la comunidad "no queda fuera del circuito de reformas que hay que culminar".
DEBERES HECHOS
Además, el mandatario autonómico aprovechó para reconocer a los grupos políticos las "aportaciones" que ya han trasladado a la ponencia y que "hayan hecho los deberes", si bien reclamó a los partidos que "no quieran ponerse ninguna medalla". "Reservémoslas a las tres fuerzas, para el conjunto del país", propuso Touriño, quien añadió: "una medalla de y para todos".
Para ello, incidió en su demanda de un "esfuerzo final para culminar la reforma" y trasladó esta petición especialmente al presidente del PPdeG, formación imprescindible, puesto que cuenta con 37 de los 75 diputados de la Cámara en una reforma que requiere el refrendo de dos tercios del Parlamento.
Touriño reclamó al líder de la oposición que "aproveche el verano para reflexionar, entre chapuzón y chapuzón, acerca de la necesidad de asumir ese compromiso de calendarios y objetivos". "Espero que el período estival permita a Núñez Feijóo una meditación", declaró, tras lo que confió en que el dirigente popular también "esté en disposición de aportar" propuestas al acuerdo de bases para el nuevo Estatuto que, como responsable del PSdeG, firmó el pasado 17 de junio con el portavoz nacional del BNG y vicepresidente de la Xunta.
ESFUERZO EN TRES DIRECCIONES
Al respecto, el presidente advirtió de que los gallegos "no estarán en disposición de asumir un Estatuto que deje a Galicia en mal lugar" y, por ello, reclamó "un esfuerzo en la triple dirección" de garantizar el máximo reconocimiento de la identidad, el mayor número de competencias y una financiación reforzada que consolide la suficiencia y la autonomía financiera.
Además, demandó de los tres partidos un "ejercicio permanente de autonomía" frente a las decisiones que se adoptan en Madrid para asegurar "criterios que permitan concertar las demandas reales del país" sobre las "pautas de un camino común" y de que "la medalla del Estatuto se cuelgue del pecho de toda Galicia y, por tanto, de las tres fuerzas". "Avanzar una más que otra no sirve de nada", advirtió.
En consecuencia, pidió un "ejercicio responsable de concertación y autonomía plena" por parte de los responsables políticos y rechazó pronunciarse acerca de si el del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, tiene que "consultar" a Génova la evolución del proceso. "Tenemos que buscar puntos de acuerdo y cesión y tener en cuenta que Galicia no admitirá un Estatuto de segunda en nada", zanjó.
RUTA CONJUNTA
En este sentido, el presidente prefirió "no definir" el formato de la reunión con los otros dos líderes, consciente de la "importancia de conseguir la ruta para que el PP entre en el objetivo de querer tener el Estatuto antes de diciembre". Por ello, propuso "no descartar nada" y subrayó que lo determinante "no son tanto las formas como las voluntades" para mejorar el autogobierno regulado en 1981.
Asimismo, redujo las críticas en las que Feijóo "suspendió" al bipartito a "parte del guión de la oposición" y admitió que "sonaría extraño" si el presidente popular no recriminase la labor de la Xunta, a punto de que se cumpla un año de su llegada al poder. Según él, "el Gobierno goza de buena salud" y, si bien advirtió de que el líder de la oposición "yerra de tiro crítico", aseguró que "no le preocupa".
De igual forma, rechazó avanzar los plazos que sucederían a la aprobación del texto en el Pazo do Hórreo, puesto que "hoy lo fundamental está en el ámbito de Galicia, lo demás es añadido". Por ello, y pese a que "no sería complicado hacer un calendario posterior, puesto que sería inmediato, en el próximo período de sesiones" del Congreso, el presidente advirtió de que "la pelota está, o debe estar, en el tejado de Galicia". "Ejerzamos nuestra autonomía y no estemos pendientes de intereses ajenos", concluyó.
