Estatuto gallego.- Touriño propone que aumente la capacidad de Galicia de diseñar políticas de inmigración propias

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, consideró hoy que la reforma del Estatuto de Autonomía supone una "buena oportunidad" para que Galicia cuente con "más capacidad" para elaborar políticas propias en materia de inmigración y aumente su corresponsabilidad en la atención a un colectivo que representa ya el 2,5 por ciento del total de la población de la comunidad, con un total de 69.363 personas según el INE.

En su intervención en la presentación de las líneas maestras del bipartito para la inmigración, Touriño declaró que es precisa una "mejor definición" de las competencias de migración y extranjería de cada una de las administraciones, pese, incluso, al "marcado carácter de exclusividad" que la Constitución otorga al Estado en esta cuestión.

Además, abogó por una "estrecha implicación" de todas las instituciones en la gestión de las políticas sociales para la población inmigrante ya que, a su juicio, la competencia exclusiva de la Administración central "tiene que articularse" con las previstas en los estatutos de autonomía.

Por ello, insistió en que, en el caso de Galicia, la revisión del texto de 1981 representa una "buena oportunidad" para que la comundidad cuente con "más capacidad de formulación, diseño e implementación" de políticas propias en esta materia; y pueda "afrontar la evolución" experimentada al respecto en los últimos años.

Así, recordó que, ante el incremento de un 170 por ciento de la población inmigrante en Galicia desde el año 2000, la situación se ha "flexibilizado" y requiere de un "nuevo marco de colaboración" entre administraciones, para que la política de flujos migratorios, competencia del Estado, tenga en cuenta las necesidades del mercado de trabajo en cada territorio.

ANÁLISIS COMPETENCIAL

En este sentido, consideró que las transformaciones operadas obligan a "analizar" y revisar las competencias de las comunidades y de los ayuntamientos, puesto que tanto los gobiernos autonómicos como los municipales son los "principales agentes de las políticas sociales y de su vigilancia", también en el caso de los derechos de los inmigrantes.

Por ello, el presidente propuso unas "líneas de consenso básicas" para abordar esta cuestión "en toda su amplitud y complejidad", con el objetivo de que todas las administraciones "caminen juntas hacia la plena integración" del colectivo en la sociedad de acogida.

"La inmigración y el retorno representan una oportunidad y no una amenaza", proclamó, tras lo que añadió: "en Galicia hay cabida para todos aquellos que quieran ser gallegos y y no vamos a desperdiciar la oportunidad que representa un capital humano en edad laboral y formado para el desarrollo de la Galicia del siglo XXI".

En consecuencia, el Gobierno gallego ha elaborado unas líneas estratégicas desde un punto de vista "integral", basadas en la coordinación con los movimientos asociativos y las corporaciones locales y, especialmente, en la mediación, para "normalizar" el acceso a los servicios públicos y evitar las prestaciones "paralelas".

MEDIADOR INTERCULTURAL

Para ello, la Xunta habilitalará en 2007 el Mediador Intercultural, una figura regulada por el Ministerio de Trabajo ya implantada en comunidades con gran presencia imigrante, como Madrid o Cataluña, que se encargará de promover la convivencia y el entendimiento mutuo y que en Galicia estará presente especialmente en las siete ciudades.

Además, Touriño se comprometió a garantizar la integridad y la dignidad de este colectivo, destinando recursos y personal en tres áreas fundamentales, la acogida, la integración y el refuerzo educativo; así como a promover la concienciación y sensibilización entre la sociedad de acogida, con medidas como el establecimiento de un código ético con los medios de comunicacón que favorezca la percepción de este fenómeno "de una forma objetiva y positiva".

A mayores, confirmó el propósito de impulsar este mismo año un órgano colegiado de carácter consultivo que contará con la participación de todos los sectores implicados, el Consello Galego da Inmigración, que recogerá las demandas de este sector y planteará propuestas a la Administración.

De igual forma, destacó la inversión de 4,95 millones de euros que la Xunta destinará en 2006 a inmigración, un 39 por ciento más que el ejercicio anterior, y las medidas incluidas en el futuro Plan Galego de Inmigración, en el que se reforzarán tres áreas consideradas "de especial vulnerabilidad", la acogida, la educación y las políticas para la mujer.

Por último, el presidente de la Xunta aprovechó para transmitir "a los que piensan que la solución está en cerrar puertas que, ineludiblemente, habrá que convivir con el crecimiento de los flujos migratorios". "Estamos ante un fenómeno de escala internacional y no podemos abordarlo como una cuestión local o regional o con medidas de urgencia", aseveró, antes de concluir que "hoy la inmigración está poniendo a prueba el sistema de derechos y los valores de las comunidades receptoras".

RIQUEZA

Por su parte, el secretario xeral de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, coincidió en que "no se puede vivir de espaldas" a este fenómeno y, por ello, abogó por aceptar la diversidad como "una riqueza patrimonial".

No obstante, reclamó "cuidado" para no convertirla en un "elemento de conflicto y propuso "perspectivas de arraigo y medidas de acogida y asistenciales" para un colectivo en el que, recordó, el 78 por ciento tiene entre 20 y 49 años, es decir, "plena edad para trabajar". "No lo desperdiciemos", recomendó.

Mientras, Mabel Cluber, que intervino en representación de la colectividad inmigrante en Galicia, pidió también "responsabilidad en la gestión para evitar inseguridad y conflicto", al tiempo que alertó para no convertir al colectivo en "destinatario de los empleos que los nacionales rechazan".