TOLEDO, 30. (EUROPA PRESS)
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, José Molina, se mostró confiado hoy en que el cambio en la presidencia del Partido Popular de Castilla-la Mancha no retrase los trabajos de reforma del Estatuto de Autonomía, "porque no podemos esperar a que la nueva candidata termine de enterarse por dónde van los asuntos de la región".
A preguntas de los medios, durante la rueda de prensa que ofreció en Toledo, el portavoz del PSOE en las Cortes defendió que a día de hoy José Manuel Molina sigue siendo presidente, y María Dolores de Cospedal, consejera de Infraestructuras y Transportes de Madrid, y ésta "tendrá que hacer un curso acelerado de los asuntos más importantes, porque no podemos esperar mucho tiempo, ya que hay que cumplir los plazos, y el Estatuto debe estar aprobado en esta legislatura".
El también diputado socialista explicó que el PP ya tiene los documentos sobre competencias "que es el único que faltaba", y que están pendientes de que el grupo de trabajo para la reforma vuelva a reunirse. "Confiamos en seguir avanzando" reiteró.
Respecto a la posibilidad de que el PSOE, aprobará en solitario y con su mayoría en el Parlamento regional, el nuevo texto, con la oposición del PP, José Molina dijo que "ya veríamos", aunque insistió en la voluntad del PSOE de alcanzar un acuerdo con la oposición "y vamos a trabajar lo posible y lo imposible por conseguirlo" afirmó.
Dicho esto, recordó el Pacto de Fuensalida, suscrito entre José Manuel Molina y el presidente regional, José María Barreda, que establecía las bases para acometer la reforma, y "si se producen otros acontecimientos, tomaremos las decisiones oportunas" advirtió.
"Yo quiero seguir pensando que el PP va respetar los acuerdos que ha firmado, y vamos a poder llegar a un acuerdo" defendió el diputado socialista, que aseveró que si el PP no estuviera viviendo la circunstancia del cambio de candidato, el acuerdo sobre el nuevo texto podría alcanzarse en una semana, "porque los trabajos están muy avanzados".
BLINDAJE A LOS RÍOS.
Respecto a las declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que dijo que ninguna región puede blindar los ríos, Molina especificó que no se trata de brindar ningún río, sino de la gestión compartida de los recursos hidráulicos y de que el Gobierno de Castilla-La Mancha tenga una capacidad de gestión, que ahora le niega la legislación vigente en materia de agua.
"Porque las Confederaciones Hidrográficas están configuradas como organismos del siglo XIX, que no tienen en cuenta a las comunidades autónomas y el proceso de descentralización que se ha producido", agregó.
"Castilla-La Mancha quiere que se cumpla la ley, y la normativa, recoge que el uso prioritario es el agua de beber, y que la cuenca cedente tiene prioridad en el uso" afirmó Molina, al tiempo que aseveró que el Gobierno regional quiere "acabar con la tropelía que supone que un sindicato de regantes de Murcia tenga más peso en las decisiones sobre el trasvase, que una comunidad como Castilla-La Mancha".
"Y eso lo vamos a conseguir --aseguró Molina-- porque el viento de la ley, la razón y la sensatez, avanza hacia las posiciones de Castilla-La Mancha y no hacia las contrarias", mostrándose convencido de que más pronto que tarde el Ejecutivo regional alcanzará un acuerdo con el de la nación, para que el nuevo Estatuto de Autonomía recoja en una ley orgánica estas aspiraciones.
No obstante insistió en que el Ejecutivo regional no renuncia a que el nuevo estatuto recoja el fin del trasvase Tajo-Segura, pero explicó, que aún no se ha pactado la fórmula de cómo va a quedar reflejado "algo que tenemos que pactar con el PP", pero ahora el PP parece que está cambiando de posición, veremos que ocurre" alertó.
