Advierte que no puede seguir adelante un proceso marcado por la kale borroka y el robo de pistolas
MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, aseguró hoy que hay que volver a "recolocar" los dos pilares en los que se sustentó el alto el fuego de ETA declarado en marzo, la ausencia de violencia y no mezclar la política con el proceso de paz, porque, argumentó, "no puede seguirse adelante con un proceso marcado por la kale borroka, el robo de pistolas, etc...".
Al ser preguntado sobre el último Zutabe de ETA en el que justifica la violencia callejera, Balza afirmó que "ETA ha justificado siempre la lucha armada y dentro de esta, la kale borroka".
Sin embargo, considera que estas son "las cosas que hay que volver a recolocar en el inicio del proceso, en la declaración del alto el fuego y del arranque del proceso en el que estaba claro que aquí había dos pilares: uno el que debía haber una ausencia absoluta de manifestaciones de violencia y otro que no podían mezclarse las cuestiones políticas con las de la violencia, del proceso de paz".
"Estos --prosiguió-- son los pilares que sustentan el proceso de paz, a diferencia de Argel, de Lizarra, de otros anteriores". El responsable de Interior se mostró convencido de que "hay que volver a retomar estas claves, la primera es la ausencia total de violencia", ya que "sino no puede seguirse adelante con un proceso marcado por la kale borroka, el robo de pistolas, etc..."
Al ser preguntado si la Ertzaintza ha detectado movimientos de ETA en España, dijo no tener esa información. "No tengo un conocimiento, a nivel de Consejería de Interior, de que en estos tiempos haya movimientos de ETA dentro del territorio de Euskadi, ni del territorio del Estado", explicó y añadió que sí le consta el robo de pistolas, pero que tampoco le consta que esté cobrando el impuesto revolucionario.
Sobre cuál es su hipótesis del por qué del robo de armas y si este acto se enmarca en un pulso al Gobierno, dijo que se pierde demasiado tiempo haciendo elucubraciones que "al final son irrelevantes, porque que una organización terrorista haga un robo de armas nos debe preocupar en sí mismo, con independencia de cuál sea luego la evolución del proceso y esas armas lleguen a tener o no utilización".
"Es un hecho gravísimo en sí mismo que una organización terrorista adquiera material para cometer atentados, por lo tanto, el rechazo y la incompatibilidad con el proceso es total", concluyó.
