VITORIA 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El dirigente de la ilegalizada Batasuna Joseba Álvarez manifestó hoy que la muerte de los presos Igor Angulo y Roberto Sainz "han sido causadas por una política cuyo máximo responsable es el Partido Socialista" y preguntó al consejero de Interior, Javier Balza, si también va a prohibir "que el pueblo reciba" a Sainz ahora que tiene "un segundo cadáver sobre la mesa".
Álvarez se refirió a la muerte del preso preventivo Roberto Sainz en la cárcel de Aranjuez, en el transcurso de un acto en conmemoración por el 30 aniversario de los sucesos del 3 de marzo en Vitoria, en los que murieron cinco trabajadores que participaban en una asamblea obrera.
El dirigente de la organización denunció que el fallecimiento de Sainz "es otra muerte más que seguro que no cuenta en los mil días de los que habla el Estado", en referencia al periodo de tiempo transcurrido desde el último atentado mortal de ETA.
"ETA no ha matado a nadie en este periodo, pero Aznar y Zapatero no pueden decir lo mismo", aseguró. Álvarez criticó que en este periodo "la política penitenciaria ha seguido, con resultado de muertos".
El miembro de Batasuna aseguró que la mayoría de la sociedad vasca desea que se acabe con la política de dispersión y lamentó que el Ejecutivo central no responda a este deseo. "¿Cuál es la respuesta de Zapatero a estas ansias de la ciudadanía?, no acabar con la dispersión y aplicar la revisión de penas", censuró.
Álvarez aseguró que los presos de la organización terrorista sufren "acoso" en las cárceles y que los dos últimos reclusos fallecidos en prisión "son muertos causados por una política cuyo máximo responsable es el Partido Socialista".
El dirigente de la izquierda abertzale advirtió de los "peligros" que, a su juicio, amenazan el encauzamiento del proceso de paz. Uno de ellos es la posición del PP", de quien lamentó que "se opone a cualquier acuerdo".
A su entender, el segundo factor de riesgo procede de los socialistas, a quienes criticó por seguir con la política penitenciaria actual y por "negar el derecho a decidir" de la sociedad vasca.
El consejero de Interior también es, en opinión de Álvarez, un obstáculo. "Balza es un peligro ambulante", aseguró, al tiempo que preguntó al consejero si ahora que "tiene un segundo muerto sobre la mesa, también va a prohibir que el pueblo pueda recibirlo y va a mandar a la Ertzaintza".