Gobierno dice que ésta ha sido la marcha "más evidente" en su contra y el PSOE acusa al PP de ser el "protagonista absoluto" de la misma
MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Decenas de miles de personas --181.201, según la Delegación del Gobierno en Madrid, y en torno a 1,5 millones, según la Comunidad de Madrid-- marcharon esta tarde por las calles de la capital en homenaje a las dos últimas víctimas de la organización terrorista, Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, y clamando por la libertad, por la unidad para la derrota de ETA y contra la negociación, tal y como rezaba el lema que encabezó la manifestación. A la misma acudieron la plana mayor del PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, y más de 140 organizaciones sindicales, políticas y civiles, entre ellas la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), la Fundación Miguel Ángel Blanco, la Fundación Ayuda a las Víctimas del 11-M o los sindicatos policiales SUP y CEP.
El lanzamiento de 25.000 globos rojos y amarillos dio el pistoletazo de salida a una manifestación marcada por la ausencia del Gobierno, que fue criticada durante la marcha por algunos dirigentes del PP, como su secretario general, Ángel Acebes, y al final de la misma por los presidentes del Foro de Ermua y la AVT, Mikel Buesa y Francisco José Alcaraz, respectivamente.
Enseguida, una marea de banderas españolas inundó el recorrido de la marcha. Una de ellas, gigante, se situó junto a otras del mismo tamaño de Ecuador, del País Vasco y de Navarra. Todas ellas se mezclaron con las numerosísimas pancartas que repartió el Foro de Ermua entre los asistentes y con otras que las diversas asociaciones que participaron en la marcha aportaron a la misma. Tal fue el caso de la AVT que marchó con el ya conocido eslogan 'Rendición en mi nombre, no'.
Otras de las pancartas que se pudieron leer durante el recorrido recogían frases como 'La traición es arma de cobardes e incapaces', 'Por la libertad, ETA no' o 'Negociar es claudicar'. Pero, además, se pudieron escuchar diversas expresiones, como 'No se negocia con asesinos', 'Zapatero dimisión', 'Zapatero embustero', 'España merece otro presidente' o 'España unida, jamás será vencida', que se convirtieron en las más coreadas por los asistentes.
Esto sucedía mientras más de 1.200 miembros de Juventudes Unificadas del Foro de Ermua y de Nuevas Generaciones del PP, principalmente, 'cuidaban' de que no se lanzaran expresiones insultantes contra nadie, "incluyendo el Gobierno", tal y como lo aseguró en rueda de prensa el presidente de esta plataforma, Mikel Buesa, días antes.
ESCASA PARTICIPACIÓN DE ECUATORIANOS.
Lo más destacado de la manifestación fue la escasa participación de ciudadanos ecuatorianos, quienes, sin embargo, estuvieron representados por el presidente de la Federación de Ecuatorianos en Madrid (FEM), Washington Tovar, y Cristina Paca, miembro también de esta asociación y quien leyó uno de los discursos del final de la manifestación.
La presidenta del PP vasco, María San Gil, y el presidente nacional de los 'populares', Mariano Rajoy, quien iba acompañado por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, fueron los primeros en hacer acto de presencia en la concentración, que partió de la Plaza de Colón. Todos ellos fueron recibidos entre numerosos aplausos y vítores.
Posteriormente se unieron otros dirigentes del PP, como Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Ignacio Astarloa, y los eurodiputados Jaime Mayor Oreja, Alejo Vidal Quadras, Rosa Díez y Carlos Iturgaiz, entre otros. También destacó la presencia de numerosos dirigentes regionales del PP como Francisco Camps, Alberto Nuñez Feijoó, Manuel Fraga o la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, entre otros.
Especialmente celebrada fue la presencia del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, que acudió acompañado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien durante el transcurso de la manifestación recibió numerosas muestras de afecto a gritos de "presidente" o "Más políticas de Aznar para ETA derrotar".
EL PP PIDE UNA RECTIFICACIÓN.
Rajoy pidió durante el transcurso de la marcha una "rectificación" de la política antiterrorista del Gobierno de Zapatero como condición para alcanzar "un consenso de verdad" y luchar así "eficazmente" contra ETA. El líder de los 'populares' aseguró que si el Gobierno "rectifica" y dice "claramente que no va a negociar" con la organización terrorista ETA, su partido estará "detrás, como siempre ha estado".
En la misma línea se pronunciaron al término de la manifestación Mikel Buesa y Francisco José Alcaraz durante la lectura de los manifiestos que pusieron fin a la manifestación. Ambos dedicaron la mayor parte de sus intervenciones a cargar contra la ausencia del presidente del Gobierno y contra su política antiterrorista. Coincidieron en exigirle la vuelta al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo y clamaron por la libertad y la unión para la derrota de ETA.
JIMÉNEZ-BECERRIL EXIGE DISCULPAS A DE LA VEGA
Especialmente aplaudida fue la intervención de Teresa Jiménez-Becerril, hermana del concejal del PP de Sevilla asesinado por ETA, quien acusó al Gobierno de ser el que "más ha despreciado a las víctimas", al tiempo que exigió disculpas a la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, al dudar de la "buena fe" de los asistentes a la marcha.
También tomó la palabra en el acto final Cristina Paca, quien, en nombre de la comunidad ecuatoriana, mostró su rechazo al diálogo con la banda y afirmó que si sus dos compatriotas asesinados por ETA el pasado 30 de diciembre "sirven" para alcanzar la unidad entre los demócratas, "sus muertes no habrán sido en vano".
El himno de España puso punto final a una manifestación multitudinaria entre vítores de 'Viva España' y emoción en los rostros de los allí congregados, que hacían ondear sus banderas con más energía.
Enseguida, comenzaron las reacciones a esta concentración por parte del Gobierno y el PSOE. El primero de ellos, en boca de su secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguró que la de esta tarde había sido la manifestación "más evidente en contra del Gobierno" e instó al PP a empezar a pensar en España y a "dejar de pensar en sus intereses particulares".
En esta misma línea se manifestó el PSOE que, a través de un comunicado, acusó a los 'populares' de haber sido los 'protagonistas absolutos" de "una nueva marcha contra el Gobierno, y no contra ETA". Pese a ello, expresó su "más absoluto" respeto por los ciudadanos que quisieron sumarse a la misma.
