Reconoce un "impasse" en el proceso de normalización y afirma que llevará el Plan Ibarretxe a la mesa de partidos
VITORIA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de EA, Unai Ziarreta, calificó hoy de "inadmisibles" las maniobras "dilatorias" del Gobierno central respecto al proceso de paz y las "veladas advertencias de una posible vuelta de las acciones violentas, si las cosas no marchan al ritmo" que ETA "considera adecuado".
Ziarreta reconoció que el proceso de normalización política se encuentra en un "impasse" y denunció que el acercamiento de los presos o la puesta en libertad de los que han cumplido tres cuartas partes de la pena impuesta, son cuestiones que "están siendo utilizadas como fichas de un ajedrez, mientras siguen sin producirse movimientos en esta materia".
En su intervención en el pleno de política general celebrado hoy en la Cámara de Vitoria, Ziarreta mostró su "perplejidad e indignación" por la contestación "tan desconsiderada y casi insultante" a palabras como las pronunciadas por el lehendakari cuando señalaba, "desde la legitimidad de su cargo", que la aportación de los componentes de su Gobierno a la mesa de partidos va a ser "lo aprobado por la mayoría absoluta de este Parlamento".
En este sentido, apuntó que el Proyecto de Nuevo Estatuto Político, denominado Plan Ibarretxe, "integra en diferentes dosis los elementos de equilibrio social y progreso en la normalización política, y conjuga además la legalidad con la legitimidad y con la decisión popular". "Esa es la clave y los mimbres que el Gobierno vasco vamos a llevar a la mesa de partidos, aún sabiendo que dicha iniciativa no agota las aspiraciones mayoritarias del pueblo vasco".
Según destacó, nadie debe intentar confundir la decisión "democrática de EA de concurrir de una u otra forma a una cita electoral, con el apoyo de este partido al equipo que gobierna el lehendakari Ibarretxe". "Reafirmamos todos nuestros compromisos, y reafirmamos nuestra apuesta por el liderazgo de país que el lehendakari Ibarretxe ha demostrado de manera sobrada", destacó.
MESA DE PARTIDOS
En su intervención, Ziarreta insistió en reclamar la puesta en marcha "de inmediato" de los procesos de pacificación y normalización, con "dos carriles: el técnico entre ETA y el Gobierno, y el carril político a abordar en la mesa de partidos".
No obstante, precisó que "ni la llamada mesa técnica entre ETA y el Gobierno puede pretender, ni directa ni indirectamente, condicionar la mesa de partidos, ni se debe instrumentalizar la política penitenciaria, los presos y cuestiones relacionadas con los derechos humanos y el desarme, para condicionar el diálogo y la negociación entre partidos, que son los que representan a nuestra sociedad".
En esta línea, indicó que "tan inadmisibles son las maniobras dilatorias, como que, por la otra parte, se hagan veladas advertencias de una posible vuelta de las acciones violentas si las cosas no marchan al ritmo que una de las partes considera adecuado".
Tras señalar que el proceso va a ser largo, indicó que va a haber dificultades y presiones "de uno y otro signo, como el rebrote absolutamente aberrante de casos de kale borroka o la presión de ETA amenazando al Gobierno con colocarle en una posición delicada ante la opinión pública española, trasladando la existencia de supuestos compromisos pactados".
LEY DE PARTIDOS
También alertó de las presiones en torno a la negativa a derogar la "antidemocrática" Ley de Partidos, el "incumplimiento abierto" de la legislación penitenciaria, el mantenimiento del alejamiento y la dispersión ó el mantenimiento de "macro-juicios artificiales sin pies ni cabeza, sin sustento jurídico como el 18/98".
A pesar de esas dificultades, instó a los partidos a estar a la altura del momento, y conformar cuanto antes la mesa de partidos, "articulando una única mesa, foro o espacio que dé cabida a todos los territorios de Euskal Herria o que, en su caso, ordene los espacios que puedan plantearse en las distintas realidades, y en esa mesa tendremos que hablar del derecho de decisión".
El representante de EA alertó de que "se equivocan de cabo a rabo quienes piensen que la normalización vendrá de la mano de una mera reforma estatutaria que no aborde cuestiones como el derecho a decidir". "La clave en el proceso de normalización política está en la materialización de la decisión a través de una consulta, porque no hay nada más democrático que preguntar a un pueblo qué es lo que quiere para sus hijos", resaltó.
Según dijo, en la mesa de partidos se debe abordar la puesta en marcha de un nuevo marco jurídico-político que tiene que articularse "bajo unos principios claros: El reconocimiento del pueblo vasco como sujeto político, integrado por siete territorios que pueden, si así lo desean, vincularse en un marco territorial común y; El reconocimiento del derecho que este pueblo tiene a decidir su futuro, y la articulación de su ejercicio a través de una consulta".
MESA CON TODOS
Además, Ziarreta apostó por una mesa de partidos en la que estén todos, cada uno con su representatividad, y en la cual "se habrán de tomar decisiones sin más impedimentos o exigencias que la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca".
En su opinión, la mesa no puede tener el derecho de veto "que pretende arrogarse alguna formación política cuando exige acuerdos 'entre distintas sensibilidades', y sin exigencias de mayorías cualificadas que impliquen, de manera indirecta, la poco democrática práctica de que la voluntad de una minoría, que es la que está a gusto en el actual marco jurídico-político, se imponga a la voluntad de una mayoría que es la que quiere superar ese estadio".
Por último, apuntó que el objetivo de EA en la mesa será obtener el máximo consenso, "pero a falta de éste, sólo la mayoría democrática puede ser la regla aceptable".
