ETA.- Erkoreka dice que ni ETA ni las víctimas deben interferir en el debate político y que no habrá "plus por la paz"

Avisa de que el Estatut no es "referencia" para Euskadi y aconseja complicidad al PP para no sucumbir ante un "tsunami de optimismo"

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 13 abril 2006 14:36

MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, cree que, tras el 'alto el fuego' permanente de ETA, lo primero es confirmar el fin de la violencia y será después, y de forma separada, cuando se debata el futuro marco político del País Vasco en un proceso democrático en el que el modelo catalán no será referencia, no deberán interferir ni ETA ni las víctimas del terrorismo, y Euskadi no obtendrá un "plus por la paz".

En una entrevista con Europa Press, indicó que ese proceso de paz "tendrá pasos adelante y pasos atrás", y necesitará tiempo porque "la izquierda abertzale debe convencer a su gente" de lo que hace, y eso "no se va a conseguir de la noche a la mañana". Ve "claro" que las mesas de diálogo habrán de esperar a la verificación del alto el fuego, ya que "primero hay que asegurar y ratificar que el alto el fuego es irreversible y definitivo, y después iniciar la resolución del conflicto político".

Garantizó que "Euskadi no va a tener un plus por la paz" y que ETA no va a obtener "compensación política". "Sólo después de asegurada la paz, se podrá abordar el problema político y los arreglos políticos tienen que ser disociados formal, conceptual y temporalmente de los que conduzcan a la paz porque abordar los problemas políticos no es una compensación que se da a los terroristas --resumió--. No hay relación causa-efecto entre el abandono de las armas y el abordaje del problema político".

Con independencia de lo que "dé de sí" la negociación, de antemano ya recalcó que el modelo acordado en el Estatut para Cataluña "no es una referencia para Euskadi" porque son naciones distintas que arrancan de situaciones diferentes y con aspiraciones distintas. "Lo que ha marcado la pauta de Cataluña no tiene necesariamente que marcar la pauta en el proceso de reformas del futuro marco de Euskadi --enfatizó--. No es posible establecer listones y hacer comparaciones de dinámicas distintas. Ni siquiera el marco constitucional es igual, como se establece en la disposición adicional primera".

Según dijo, el PP "es importante" en todo este proceso y "es bueno que esté al tanto y que preste su apoyo y su aquiescencia a los pasos que se vayan a dar", pues si un próximo gobierno no es del PSOE, "sería imprescindible una cierta complicidad, por razones de eficacia y de legitimidad política".

Erkoreka sostiene que "el PP se debate entre una cierta voluntad de apertura por parte de unos sectores y una resistencia fortísima por parte de otros que postulan una continuidad radical de las tesis del último Gobierno de Aznar". Hasta ahora, cree que el PP ha estado "muy cauto", manteniéndose "en equilibrio", pero desea que finalmente prevalezcan las posiciones "más aperturistas".

En su opinión, el PP puede poner "muchas dificultades" al consenso necesario para "el dibujo del marco de la paz de cara al futuro", pero no a la paz en si, que no depende de los 'populares'. Eso sí, advirtió de las consecuencias de oponerse a un clima favorable a la paz: "Al PP tampoco le interesa enfrentarse en un plazo medio a un tsunami de optimismo favorable a la paz que podría arrastrar a todo aquel que se posicione en contra", avisó.

"LIQUIDACIÓN" DEL PACTO ANTI-ETA

Sobre el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo suscrito por PSOE y PP, insistió en calificarlo de "sectario y excluyente" y en considerarlo "absolutamente superado", ya que en esta nueva fase se necesita "una participación más intensa". No obstante, acepta que Zapatero vaya a convocar el pacto "para dar satisfacción" al PP, pues augura que esa reunión será "el punto final" del acuerdo.

"Por convocar el pacto una vez no vamos a romper amarras, ya que no jugamos al capricho, sino con lealtad. Para jugar a capricho ya está Rajoy y el PP. Además, interpretamos que esa reunión es una manera de liquidarlo y de constatar que está superado y que ya no tiene mucho sentido".

En cuanto a Batasuna, dijo confiar en que concurra a las próximas elecciones, para lo cual "las condiciones ideales son que ETA desaparezca definitivamente y por tanto que no haya violencia que haya que condenar y nadie pueda dejar de presentarse a las elecciones por el hecho de no condenar la violencia". Admite que "ése es el escenario ideal", pero cree que esta vez "hay posibilidades" de que lo ideal se convierta en la realidad. "Aspiro a lo máximo", proclamó.

En ese sentido, no ve obstáculo a la presencia de Arnaldo Otegi y otros líderes de la izquierda abertzale en los carteles electorales, siempre y cuando no estén afectados por condenas de inhabilitación por otras causas: "Si estamos en un contexto sin expresiones de violencia, nadie personalmente puede estar mancillado o limitado en el ejercicio de sus derechos civiles por esa razón --argumentó--. Si ha desaparecido la violencia, no hay por qué posicionarse en relación con ello y nadie puede estar limitado o impedido en el ejercicio de sus derechos civiles y políticos".

SIN VIOLENCIA, NUEVO PANORAMA POLÍTICO

Admitió que "la desaparición de ETA o la conversión del alto el fuego permanente en irreversible sí va a traer consecuencias al panorama político vasco", empezando por una "simplificación" de la oferta electoral nacionalista vasca, que hoy es "excesivamente complicada y abigarrada". "Hay formaciones que sólo se explican por la existencia de ETA y que una vez que desaparezca ETA están llamadas a desaparecer", avisó.

Tras resaltar que la posición del PNV ante el escenario de paz está consensuada "en lo esencial", Erkoreka dijo no creer "en absoluto" que su partido vaya a perder posiciones en ese nuevo escenario, más allá de algunas "oscilaciones" que siempre existen. En cuanto a Eusko Alkartasuna, ve difícil la reunificación porque la insistencia de esta formación en un mensaje propio, pero insistió en que, en el contexto de la simplificación electoral, "habrá formaciones a las que la imperiosa realidad les abocará a la desaparición".

Respecto a las víctimas del terrorismo, considera que "tienen un papel simbólico importante que desempeñar y son acreedoras de un reconocimiento por los poderes públicos", por lo que "a partir de ahora seguramente tendrán que ser objeto de una atención intensificada que les preste asistencia, apoyo económico y sicológico, además de un reconocimiento simbólico y público. Eso sí, no cree que "hayan de desempeñar un papel decisivo en la definición del futuro político del país".

"Quienes somos convencidos de la democracia y hemos negado siempre cualquier legitimidad a ETA o a cualquier otro para interferir en los proceso democráticos, que son definidos por la voluntad popular a través de sus representantes políticos, creemos que tampoco las víctimas como colectivo deberían interferir en la transparencia y en el proceso democrático --explicó--. No lo pueden hacer porque sería una actuación contraria a la dinámica de la democracia".

MEDIDAS DE GRACIA, INEVITABLES

En similares términos se pronuncia sobre los presos de ETA, que "como colectivo no son nadie ni revisten relevancia a efectos de interferir el proceso democrático". No obstante, entiende que, en un escenario de paz definitiva e irreversible, habrá que estudiar la posibilidad de "ir adoptando progresiva y paulatinamente medidas legislativas para aplicar beneficios penitenciarios".

"No puedo concebir, y no ha ocurrido en ningún otro país con experiencias equiparables, una situación de paz definitiva donde continúen encarcelados casi mil presos con condenas de 30 años y sin perspectivas de beneficios penitenciarios", admitió, recalcando que ha de ser el Legislativo quien suministre bases jurídicas suficientes a los jueces para ir tomando las decisiones.

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