BILBAO, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Foro de Ermua expresó su desconfianza por las intenciones de ETA al decretar el alto el fuego permanente y consideró que es "un nuevo engaño", con la única pretensión de "debilitar la acción del Gobierno". Además, afirmó que "no puede haber premio ni recompensa por dejar de matar".
En un comunicado, este colectivo señaló que "sólo cabe que ETA anuncie su disolución y los terroristas se entreguen a la Justicia". "En ningún momento se anuncia el abandono de las armas, ni la renuncia al terrorismo como instrumento de acción política, ni la disolución de la banda terrorista", aseveró.
Además, apuntó que "no se renuncia, ni siquiera temporalmente, a la extorsión, al aprovisionamiento para futuras acciones terroristas, ni al terrorismo callejero".
"ETA sigue exigiendo concesiones políticas que resultan absolutamente inasumibles para una democracia y que, en particular, no tienen encaje alguno en la Constitución española. El comunicado está redactado en términos imperativos a los cuales, con calculada ambigüedad, supedita la permanencia del alto el fuego", añadió.
Según precisó, "ésta es la quinta tregua de cierta duración de ETA" y recordó que la banda armada dijo que el anterior alto el fuego, hecho público en septiembre de 1998, era indefinido y sin condiciones, después de producirse "la revuelta popular de Ermua en el País Vasco y en toda España contra el asesinato de Miguel Ángel Blanco en julio del año anterior, lo que les colocó en una situación de enorme debilidad y aislamiento".
Asimismo, precisó que esa tregua, "como las anteriores, terminó con una nueva brutal campaña de asesinatos, que comenzó por el teniente coronel Blanco, siguió por Fernando Buesa y su escolta y continuó con decenas de muertos más".
"ETA no es y no puede ser un interlocutor político legítimo. No hay nada que negociar con la banda terrorista más allá de su entrega a los tribunales y su disolución. No puede haber premio ni recompensa por dejar de matar", agregó.
A su juicio, "la experiencia y los términos del comunicado, obligan a desconfiar de las intenciones de ETA". "La banda terrorista pretende debilitar la acción del Estado, hacer desistir de las convicciones democráticas a la sociedad y aprovechar para rearmarse y recomponer su entramado tanto en el ámbito institucional, como en su capacidad asesina, tratando así de superar su actual debilidad", subrayó.
Por ello, indicó que "un mero alto el fuego permanente no cambia sustancialmente nada, es una mera declaración sin carácter definitivo que hay que interpretar como una acción táctica de la banda, la cual mantiene el chantaje terrorista condicionando su tregua a la asunción de sus objetivos políticos, igual que hizo en las anteriores cinco treguas".
CONDICIONES
El Foro de Ermua apuntó que, "para que se pueda entrar en una negociación con ETA, deben cumplirse cuatro condiciones" como que la banda "proclame su intención de disolverse de manera inmediata y definitiva"; que anuncie que "los terroristas huidos condenados o con causas pendientes, procesados o imputados, se entregarán a corto plazo a la Justicia del Estado"; que se comprometa "a hacer entrega verificable de las armas y explosivos", y que declare que "pone fin de manera inmediata a la extorsión, al terrorismo callejero y a cualquier uso de la violencia".
"Cuarenta años de sufrir la brutalidad y los reiterados engaños de ETA han enseñado a los ciudadanos vascos y a los del resto de España a no confiar en las medias palabras de estos criminales, a no dar crédito a sus vagos compromisos y promesas, que romperán nuevamente en cuanto les convenga hacerlo", destacó.
En su opinión, no se puede permitir que ETA salga, de nuevo, "reforzada" de este nuevo alto el fuego, como en "las anteriores cinco treguas-trampa". "Pedimos al Gobierno y a todas las fuerzas políticas que no se dejen engañar, actúen con firmeza, responsabilidad y confianza en la derrota de ETA sin concesiones ni negociaciones, a través de los instrumentos del Estado de Derecho", concluyó.