ETA.- Garaikoetxea opina que el proceso de paz es "una cuestión de Estado" y ve "sentido" a la reunión Zapatero-Rajoy

Actualizado: miércoles, 20 diciembre 2006 14:38

Admite que "espera que se reconduzca" el proceso porque entiende que hay "condiciones objetivas" para que termine el terrorismo

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ex lehendakari Carlos Garaikoetxea opinó hoy que el proceso de paz es "una cuestión de Estado" y, por ello, consideró que "tiene sentido" que el viernes se celebre una reunión entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy.

En una entrevista en la TVG, recogida por Europa Press, Garaikoetxea admitió hoy que el proceso de paz es "complejo" y consideró que en la hoja de ruta se incluirían conversaciones discretas y "tenía por fuerza que estar prevista una crisis". Por ello, reconoció que algunos, entre los que se incluyó, tenían "la esperanza" de que el periodo de impasse fuese "superado".

En cuanto a la reunión prevista para el viernes, manifestó que "tiene sentido y habría que apostar porque llegasen a algún grado de aproximación". Aludió a que el proceso, "con toda su complejidad, es una cuestión de Estado, en la que la responsabilidad de un partido de la oposición tendría que conducirle a dejar de obstaculizarlo sistemáticamente".

"No tengo yo demasiadas esperanzas porque todas las estrategias no se cambian de la noche a la mañana, pero si fuese el primer paso para que se diese un cambio en la actitud del PP sería bienvenida", aseveró el ex lehendakari en relación a los posibles resultados del encuentro entre Zapatero y Rajoy.

"INCONGRUENCIAS"

Carlos Garaikoetxea afirmó que en el proceso de paz para el País Vasco "estamos viviendo muchas incongruencias" y "de muchos tipos" en el ámbito judicial, el entorno de la banda terrorista y en el sector político. A ETA le reprochó que, después de que se ha declarado una tregua permanente, tenga "la enorme responsabilidad de haber cometido actos que significan un golpe bajo al proceso", en alusión al robo de armas en Francia o a las situaciones de "violencia de baja intensidad en las calles".

No obstante, advirtió de que esto se deriva también "de las actuaciones del interlocutor, que en nueve meses tendría que haber dado algún paso que distendiera el momento, que humanizara el conflicto". Añadió que se podía haber hecho "en cosas que la propia ley recomienda, como el acercamiento de presos al entorno familiar y social".

"Hay que pedirles a las dos partes que cambien su trayectoria, porque sino el proceso es inviable", aseveró, al tiempo que admitió que "espera que se reconduzca". No obstante, reconoció que el proceso "se ha deteriorado" porque ambas partes "hacen alardes" y "están sometidas a la presión de sus bases".

FIN DE CICLO

En cualquier caso, consideró que de la "experiencia adquirida" en anteriores momentos, del "desgaste de ETA", de la actitud de todos los vascos, del entorno internacional y de la visión sobre el terrorismo, puede pensarse que hay "condiciones objetivas para que la banda necesariamente considere que ha terminado su ciclo y para que todos participemos en que termine la pesadilla del terrorismo".

Opinó que "si el proceso se rompiera sería malos para todos, para le Gobierno y especialmente para Batasuna y ETA", ya que defendió que "su ciclo político ha terminado y quizás este sea su último tren".