VITORIA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente de Gobierno Felipe González calificó hoy de "debate turbio" la discusión sobre el derecho a decidir y aseguró que ese facultad existe, pero "dentro de nuestras competencias, de la Constitución y el Estatuto". Por su parte, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, afirmó que "la paz que queremos no es para la autodeterminación ni para satisfacer las aspiraciones de nadie" y aseguró que no se pagará "un precio político" por ella.
Las declaraciones de ambos dirigentes se produjeron en el transcurso de un homenaje al dirigente socialista Fernando Buesa y a su escolta, Jorge Díez, asesinados hace seis años por ETA. El acto contó con la presencia de destacados dirigentes como el ministro del Interior, Fernando Alonso; el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el consejero de Interior, Javier Balza; así como de víctimas como la viuda de Buesa, Natividad Rodríguez.
El ex presidente del Gobierno manifestó que en la actualidad se está produciendo "un debate turbio" en torno a la capacidad de decidir "por pedacitos o en conjunto" sobre el futuro de Euskadi. Ante esta situación, aseguró que "cualquier demócrata sabe que tenemos derecho a decidir nuestro futuro en el ámbito de nuestras competencias, es decir, en el ámbito de la Constitución y el Estatuto".
González consideró hoy que ETA se encuentra "debilitada" debido a que "ha perdido la esperanza de sacar rédito político" a su actividad terrorista. En esa situación, indicó que "el único espacio" que le puede quedar a la banda es el que le facilita la "división entre los demócratas".
"Es el riesgo más serio para el fortalecimiento de los terroristas y estamos dándoles una ventaja absolutamente innecesaria", lamentó en referencia a la, en su opinión, falta de apoyo de la oposición a la política antiterrorista del Ejecutivo.
PAPEL DE LA OPOSICION
"¿Qué diferencia hay entre el Gobierno y la oposición?, que el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la lucha contra el terrorismo y la oposición tiene la responsabilidad de apoyarle incluso cuando se equivoca", explicó.
En este sentido, recordó que "ni un sólo gobierno ha dejado de cometer errores en esta difícil lucha contra el terrorismo". En referencia a las conversaciones del gabinete de José María Aznar con la banda terrorista en 1998, aseguró que a pesar de que el primero "aceptó un condicionamiento político" como el Pacto de Lizarra al sentarse a hablar con la banda, el PSOE, entonces en la oposición, no trasladó su preocupación por este asunto a la luz pública.
"OPTIMISTA ESCARMENTADO"
Respecto a sus últimas declaraciones en las que dijo no tener "ningún ataque de optimismo" en relación con el posible final de ETA, lamentó la interpretación "torcida" que se hace tanto de sus palabras como de sus silencios.
"Soy optimista, pero escarmentado. Son mil días sin víctimas y 10.000 días con víctimas --27 años--, ¿pueden comprenden que mi optimismo esté sometido a la precaución del escarmiento?", se preguntó.
De todas formas, y en referencia al periodo transcurrido sin atentados mortales, manifestó que a pesar de la persistencia de la actuación terrorista, la preocupación prioritaria ha de ser impedir que existan asesinatos. "Un edificio atacado se puede volver a levantar, pero una vida segada, no", subrayó.
"La primera obligación de un Gobierno es que no haya más víctimas, por respeto a las propias víctimas", manifestó. González justificó esta afirmación en que "en el 90% de los casos" en los que ha habido un asesinato por parte de ETA, la reacción "generosa" de sus familiares y allegados "siempre ha sido: 'ojalá sea la última'".
PATXI LOPEZ
Por su parte, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, aseguró que "quienes mataron a Fernando [Buesa] no han podido con nosotros, pero nosotros sí hemos podido con ellos". Según dijo, la victoria de su partido sobre los terroristas se sustenta en que los socialistas son "el futuro y la esperanza de este país" debido a que "están abriendo de par en par las puertas de la paz y la libertad en el País Vasco".
En esta línea, subrayó que el PSE-EE, junto al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está "liderando una política para acabar con el terrorismo".
López quiso "solemnizar" el compromiso de su partido con la búsqueda de la paz y precisó que ésta "no tiene precio político", ya que "la democracia nunca puede ceder al chantaje del terror".
"DERROTA DEL TOTALITARISMO"
El líder de los socialistas vascos aportó su punto de vista en relación al debate sobre el derecho a decidir y a su relevancia de cara a la apertura de un hipotético proceso de paz. "La paz que queremos no es ni autodeterminaciones ni satisfacer aspiraciones particulares de nadie; es libertad, igualdad y democracia", proclamó.
Asimismo, estimó que el final del terrorismo debe producirse a través de un proceso en el que se tenga "en cuenta" a las víctimas, puesto que "nada se puede construir desde el olvido".
López advirtió también de que la paz ha de lograrse mediante "el triunfo del Estado de Derecho, de la democracia y de la ciudadanía" y a raíz de "la derrota del totalitarismo". "El mejor homenaje que podemos hacer a Fernando Buesa y a todas las víctimas del terrorismo es que nuestra política contribuya a que no vuelva a haber más víctimas en este país", concluyó.
El secretario general del PSE-EE de Alava, Txarli Prieto, se refirió a la "tristeza" que produjo entre los asistentes el lugar de la ceremonia, situado a escasos metros de la zona donde asesinaron a Buesa y Díez, para mostrar su esperanza de que ese sentimiento se convierta en "ilusión" respecto a un hipotético fin de ETA.
Tras constatar que el "mejor homenaje" a las víctimas sería el fin de la actividad terrorista, advirtió de que éste ha de basarse en la Constitución, el Estado de Derecho y la "solidaridad" con las víctimas.
Prieto se dirigió de forma implícita al PP al exigir que cese "la infamia y la calumnia contra los socialistas" y al pedir que finalicen "las especulaciones sobre nuestra convicción democrática".