MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los presuntos miembros de ETA Asier Arzalluz Goñi y Aitor AguirreBarrena Beldarrain gritaron hoy 'Gora ETA' al final del juicio que se celebró contra ellos en la Audiencia Nacional. A esta consigna se sumaron algunos de sus familiares, lo que provocó la reacción de otra parte del público presente en la sala, que les replicó con el calificativo de "asesinos". La presidenta del tribunal, Ángela Murillo, ordenó entonces a los responsables de seguridad intervenir para desalojar a los familiares que gritaron a favor de ETA.
El juicio que se celebró contra ambos por un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil que tuvo lugar en Agreda (Soria), que fue cometido en julio de 2000, quedo visto para sentencia. Momentos después de que la presidenta de la Sección Primera de lo Penal de esta sede judicial diese por concluida la vista oral, los procesados proclamaron 'Gora ETA' y se vieron acompañados de varios de sus familiares, que lanzaron varios gritos en favor de la organización terrorista como 'Gora gudariak'.
Esto hizo reaccionar a otra parte del público, que decidió responder gritando "asesinos". En este contexto, varios agentes del Cuerpo Nacional de la Policía obligaron a los allegados de los presuntos etarras a desalojar la sala. Varios de ellos tuvieron que ser, incluso, obligados por la Policía a abandonar a la fuerza las instalaciones de la Audiencia Nacional, al ofrecer resistencia.
Los acusados, integrantes del "comando Ttotto" se negaron a utilizar su derecho a la última palabra, al igual que se negaron a contestar a las preguntas del fiscal Jesús Alonso el pasado jueves, cuando tuvo lugar la primera sesión del juicio. Los dos se mantuvieron durante todo el juicio dialogando entre ellos e ignorando al tribunal.
PETICIÓN DE 23 AÑOS DE CÁRCEL
Por su parte, el representante del Ministerio Público pidió a esta Sección de lo Penal que condene a cada uno de los acusados a 23 años de cárcel por los delitos de estragos terroristas y lesiones, al considerar "sin la más mínima duda" su participación "vergonzosa y cobarde" en el atentado contra el citado cuartel de Soria. Además de provocar lesiones a la esposa de un guardia civil, la explosión afectó a varios edificios que se encontraban en las proximidades y provocó un cráter de 145 cm de ancho, 213 de largo y 47 cm de profundidad.
En su informe, el fiscal Alonso dijo que existen "suficientes elementos" que corroboran "no sólo su participación en el atentado, sino también que ellos fueron los que lo llevaron a cabo". Además, insistió en "el absoluto desprecio" de los procesados hacia "el tribunal y las víctimas del terrorismo".
Para justificar la condena que pide para los acusados, el fiscal se refirió a la declaración policial del etarra José Ignacio Guridi Lasa después de su detención en Febrero de 2001 en Ordicia, cuando reconoció la participación de los miembros del "comando Ttotto" en este atentado, siguiendo órdenes de Francisco Javier García Gaztelu, "Txapote". Sin embargo, Guridi Lasa se desdijo en la vista oral de estas manifestaciones, al afirmar que la Ertzaintza le había drogado.
El fiscal también se refirió a un informe pericial que comparaba los explosivos localizados en el domicilio de Guridi Lasa con los utilizados en el atentado cometido contra el Centro de Internamiento de Menores de Zumárraga y en el atentado contra la discoteca Txitxarro. Este informe concluyó que en todos ellos aparecían restos de los componentes que integran la dinamita Titadine, que habitualmente utiliza la banda armada.
