MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, afirmó hoy que el proceso de paz encabezado por el Gobierno debería desarrollarse "en compañía" del PP, porque eso refuerza al Gobierno, a la Justicia "y a todo el mundo". Así, aseguró que él entendería que el PP participe en este proceso, como los socialistas hicieron "cuando fue Aznar quien lo abrió", mientras que no entendería que el presidente Zapatero se quedara sentado "en el sillón de Moncloa" simplemente esperando a que hubiera otro atentado para decir "ojalá sea el último".
En declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press, expresó su convencimiento de que "todo presidente del Gobierno" tiene la "obligación" de explorar las vías que hagan posible una declaración de la banda diciendo que "esto se ha acabado", y agregó que, además, esto no debe tener ningún precio más que el que "estén dispuestos a dar" los españoles una vez que eso haya ocurrido.
"Hay gente que dice que el PP no quiere que se acabe con el terrorismo, pero no estoy de acuerdo, yo creo que el PP quiere terminar con el terrorismo, pero quieren hacerlo ellos, porque creen que esa es una responsabilidad que compete a la derecha, y siempre han creído que la izquierda está para hacer otras cosas, como por ejemplo una reconversión industrial", argumentó.
Así, agregó que por eso le cuesta trabajo al PP entender que el fin de ETA no es "sólo cosa suya", sino de todos los españoles y que el Gobierno que haya tiene la obligación de intentarlo "a condición" de que la banda termine definitivamente con esta mala historia. En este sentido, se refirió a unas declaraciones de la hermana de Miguel Angel Blanco, Mari Mar, quien dijo que si los que quieren negociar con ETA hubieran pasado por lo mismo que su familia, tendrían otra opinión. Según Ibarra, precisamente para que "nadie pase por lo que está pasando esa familia, es por lo que el presidente tiene la obligación de intentar que no ocurra nunca más".
AEROPUERTO EN CÁCERES
Ibarra defendió la construcción de un aeropuerto internacional de carácter privado que se ubicaría en el entorno de la ciudad de Cáceres y que contaría con el apoyo del Gobierno regional y central, con el objeto de hacer de la comunidad autónoma un destino turístico más atractivo para los visitantes extranjeros y lograr más recursos económicos por "ocio y turismo".
Así, recordó que el año pasado casi 300.000 extranjeros visitaron Extremadura, pero a la terminal de Talavera la Real (Badajoz) -la única existente en la CCAA- llegaron "sólo 70.000, lo que quiere decir que algo falla" y que la mayoría llegan en vehículos privados. "Lo importante primero es decidir el sitio, la Caja de Extremadura está haciendo un estudio para que no nos equivoquemos y parece que la zona más adecuada sería la del entorno de Cáceres", añadió.
REELECCIÓN
Preguntado acerca del estado de su salud después del infarto que sufrió hace unos meses, Ibarra reconoció que fue un "susto gordo", pero "afortunadamente sin consecuencias". Así, bromeó asegurando que su cardiólogo le dice que puede llevar una vida "normal", algo que no puede hacer porque él, como político, no tiene "una vida normal". Por tanto, recalcó que no será el cardiólogo, "sino la cabeza", la que decida lo que haga en un futuro. "Mi cabeza me dice muchas cosas, tengo ya la decisión tomada y lo diré cuando mi partido abra el proceso de elección de candidatos a alcaldes y presidentes de CCAA", sentenció.
Para terminar, Ibarra hizo mención a las relaciones entre España y Estados Unidos, e indicó que ambos países están "condenados" a entenderse porque en un mundo globalizado, uno no puede hacer la política, "del tipo que sea", de un modo independiente, sino que tiene que hacerlo "coordinadamente, sabiendo que todas las teclas que toque están intercomunicadas".