SEVILLA 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, manifestó hoy en Sevilla que la pacificación en el País Vasco será "definitiva, cuando, junto con las armas, cese también el esquema impositivo que trata de justificarlas, el de que todo vale para conseguir determinados objetivos políticos", mientras señaló que en el proceso para lograr la paz definitivamente no pueden existir "concesiones políticas".
Imaz, que intervino en el ciclo de conferencias '¿Qué España queremos?' organizado por el Foro Joly Andalucía, manifestó que los tres grandes retos que tiene Euskadi por delante son la paz, la normalización política y la competitividad y el bienestar en un mundo abierto. "La paz va a ser un motor de transformación", así como un "catalizador de nuestras relaciones políticas, económicas y sociales mutuas entre Andalucía y Euskadi", apuntó.
Respecto al primero de los retos, consistente en que "la paz es una prioridad", Imaz expuso que hay muchos elementos que han contribuido a "dibujar y vislumbrar un final definitivo para la violencia en Euskadi y que han actuado como factores propiciadores de paz", como los "cambios en el contexto internacional, cambio profundos en la sociedad vasca, en su mentalidad, sensibilidad y concienciación, la movilización en torno a las víctimas que a lo largo de los últimos años han ayudado a achicar el espacio de la violencia en el País Vasco, y la transformación en el mundo de la izquierda radical que durante años ha dado cobertura política a la violencia".
"Sin género de dudas, entre todo estos factores, destaca la madurez de nuestra sociedad", sentenció Imaz, para quien en el camino a recorrer hacia la paz es necesario "prestar una atención especial al difícil camino de la reconciliación", en el sentido de que los partidos políticos y los agentes sociales "deberemos velar por el reconocimiento y la reparación de las víctimas".
Tras insistir en que la "paz es la prioridad", en dirigente del PNV manifestó que, por ello, hay que superar la "dialéctica según la cual hay que elegir entre hacer que los terroristas desistan o ceder para que dejen de matar". Dijo que de lo que se trata es de buscar un camino para un final dialogado que ponga fin al terrorismo y ofrecer a los que han practicado la violencia "un camino al que puedan aferrarse para abandonarla", pero, sin "concesiones políticas" porque la "paz no puede estar vinculada a un proyecto político concreto".
"Vincular la paz a un proyecto político determinado por legítimo que sea, sería tanto como reconocer la validez del uso de la violencia para alcanzar objetivos políticos", sentenció Imaz.
En cuanto al reto del autogobierno, manifestó que el objetivo del PNV es alcanzar un acuerdo de normalización política que "defina un modelo de convivencia, así como un marco de relaciones con el Estado en el que haya una bilateralidad efectiva, garantías y condiciones de lealtad".
Respecto al tercer gran reto, el que la "sociedad post-ETA va a dejar a la vista de forma descarnada, es el de la adaptación competitiva a una realidad"