BILBAO, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, afirmó hoy que "no es bueno" que el PP apueste por "un fracaso" del proceso de paz y reclamó a esta formación que "arrime el hombro para avanzar entre todos". Asimismo, apostó porque el PSOE dé "los pasos necesarios" para mantener una "mínima complicidad política" con los populares y que "se vean implicados en el proceso".
En una entrevista concedida a TVE, recogida por Europa Press, Imaz señaló que la "obligación" de los partidos políticos es hacer "irreversible" el alto el fuego de ETA y, por ello, deben "dejarse de rifi-rafes políticos habituales, muchos de ellos en clave partidista" y ser capaces "con altura de miras y responsabilidad, mirando a largo plazo" de tratar de conducir "esta situación a que sea irreversible".
En este contexto, se refirió a la postura del PP ante el proceso de paz e insistió en que es preciso "sacar este tema del tráfico partidista" ya que en temas de Estado es preciso "tener una responsabilidad añadida", por lo que "todos deberían hacer un esfuerzo".
En este sentido, consideró que las últimas declaraciones de los dirigentes del PP al respecto "están tratando de apostar a un fracaso del proceso de paz, y eso no es bueno". Por ello, le pidió a este partido que "arrime el hombro desde su aportación para que entre todos podamos avanzar en esta solución".
"Quiero ver al PP implicado en este tema, para lo que también sería bueno que el Partido Socialista diera los pasos necesarios de información, de mantenimiento de una mínima complicidad política con el PP para que él mismo se vea implicado en este proceso. Estos pasos serían positivos para que saquemos esto del tráfico político", agregó.
En este contexto, lamentó que "se están diciendo una serie de barbaridades estos días" que "no se escucharon muchas veces cuando ETA mataba, y ahora que ETA ha dejado de matar, que tenemos una oportunidad se están diciendo cosas terribles: eso de que el PSOE y Zapatero tiene los objetivos de ETA. Si seguimos la cuerda, si Rajoy se entrevista con Zapatero en la Moncloa, se entrevista con un cómplice de ETA y es un cómplice de ETA. Esto es un absurdo total".
Por ello, apostó por "meterle directamente el freno" a esta situación, con "un ejercicio de responsabilidad". De esta manera, instó al PP a dar "la misma oportunidad" que tuvo el ex presidente del Gobierno José María Aznar, que, según indicó, en la tregua de 1998, "a los cinco meses del último asesinato de ETA", anunció "un proceso de diálogo con ETA, definiéndola no como organización terrorista, sino como Movimiento de Liberación Nacional" y, "a los cuatro meses", propuso una resolución en el Congreso que "es exactamente igual que la que PNV presentó el martes". "Aquella fotocopia contó con el rechazo del PP", lamentó.
El dirigente del PNV subrayó que "llevamos más de tres años sin asesinatos de ETA, la violencia ha desaparecido de las calles- aunque hay que estar vigilantes-, pero las condiciones son infinitamente mejores que las que eran hace ocho años". En este contexto, aseguró que los ciudadanos se preguntan por qué en aquella ocasión "era posible hablar con ETA" y Batasuna y por qué "no se le deja al Gobierno en estos momentos explorar este camino".
MÁXIMO APOYO
En cuanto a una demora de la comparecencia de José Luis Rodríguez Zapatero para anunciar el inicio del diálogo con ETA, indicó que "si se trata de dos semanas y de dar una oportunidad para que el PP se avenga a trabajar en una posición común y a una iniciativa de consenso para que, con el máximo apoyo, se pueda iniciar ese proceso de toma de contacto y diálogo con ETA en las condiciones fijadas en el Congreso en mayo de 2005, dos semanas no van a ningún lado". En este sentido, afirmó que no le preocupa "especialmente".
Por otro lado, Imaz insistió en que hay que ser "extremadamente vigilantes" y no admitir "ningún tipo de elementos de violencia, ni la denominada de baja intensidad" y agregó que hechos como ataques a sedes de partidos o cartas de extorsión a empresarios, que esperó "hayan desaparecido, en ningún caso pueden ser tolerados".
En esta línea, afirmó que "hay que empujar hacia delante, hay que tratar de buscar una solución definitiva a la paz" y señaló a los dirigentes de Batasuna que "la negociación política en una mesa entre partidos políticos, que evidente debe separarse de un proceso de paz conceptualmente, en ningún caso estamos dispuestos a que se produzca salvo que haya una desaparición absoluta de la violencia" ya que lo contrario supondría "negociar entre partidos políticos con una amenaza, con una especie de espada de Damocles que pende sobre uno".
El presidente del EBB se mostró convencido de que "el proceso tiene bases más sólidas que las que han tenido los que se han llevado a cabo en los últimos 25 años", por lo que apreció "condiciones objetivas mejores" para poder conseguir una paz "definitiva", aunque "no es una ciencia exacta y lo que hay que hacer es avanzar en ese camino".
DIFERENCIAS "NÍTIDAS"
Asimismo, reiteró la necesidad de "diferenciar nítidamente" entre el diálogo con ETA "limitado a las materias que afectan a esa organización" y la negociación política sobre el futuro de Euskadi, a la que "en ningún caso debe estar vinculada". En este sentido, indicó que "reconocer que ETA puede negociar el futuro de Euskadi sería reconocerle a ETA un papel que le corresponde y que la violencia es un mecanismo válido para conseguir objetivos políticos y eso sería una auténtica aberración".
De esta manera, indicó que es necesario que en los próximos meses los partidos políticos vascos constituyan la mesa de partidos, "metodológicamente separado del proceso de paz", y avancen en acuerdos "integradores para el futuro de Euskadi". Convencido de que "en una sociedad en paz, los debates políticos no deben rehuirse", Imaz señaló que, si el diálogo con ETA se inicia este mes, "el escenario de la mesa de partidos debería producirse como mínimo a partir de otoño y siempre con una separación clara y nítida".
En este sentido, insistió en que el PNV será "el primero que se oponga a una vinculación de este tipo" porque ETA "no representa a nadie en la sociedad vasca" y, además, iría "en contra de la vía que la sociedad vasca hace 25 llevo a cabo a favor institucional determinado, que nuestra voluntad es que sea modificado a partir de las potencialidades y posibilidades que el actual marco ofrece".