ETA.- De Juana Chaos ha rechazado la comida servida en el desayuno y el almuerzo

Actualizado: martes, 7 noviembre 2006 20:22

MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

El preso de ETA Ignacio de Juana Chaos rechazó hoy la bandeja del desayuno y la que se sirve alrededor de las 13:00 horas con el almuerzo en la prisión de Madrid VI-Aranjuez, donde está recluido, informaron esta tarde fuentes penitenciarias. Según anunció este mediodía Askatasuna, el etarra ha decidido comenzar una nueva huelga de hambre después de que el pasado 9 de octubre abandonara el ayuno que mantenía desde agosto.

Está previsto que mañana se conozca la sentencia en el juicio que se ha seguido contra De Juana Chaos en la Audiencia Nacional por un delito de amenazas por dos artículos publicados en el diario 'Gara'. Se enfrenta, probablemente, a una condena de de doce años y medio de prisión que le impondrá la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional.

De Juana Chaos pasó 63 días en huelga de hambre para demandar su puesta en libertad. La raíz de sus reivindicaciones residen precisamente en los delitos de amenazas que se imputan y por los que será condenado mañana. El inicio de este proceso fue el que evitó que fuera excarcelado en febrero de 2005, después de haber cumplido 18 años de cárcel de los casi 3.000 a los que había sido condenado por once atentados en los que murieron 25 personas.

En los artículos del 'Gara', De Juana vertía amenazas contra el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, y contra cinco directores de prisiones. En su declaración durante el juicio, De Juana aseguró que dichos artículos únicamente eran "una pura crítica política".

En su sentencia, adoptada por unanimidad, el tribunal optará por imponer al terrorista la condena prevista en el tipo penal de amenazas terroristas en su mitad superior, al considerar la agravante de reincidencia. Una decisión que satisface a la Fiscalía que solicitó 13 años de prisión para De Juana. El Ministerio Público decidió rebajar su petición inicial, que era de 96 años de prisión -una pena que equivale a tres asesinatos-, lo que motivó la renuncia un día antes de iniciarse el juicio de Jesús Alonso, el fiscal inicialmente encargado del caso, al no estar de acuerdo con esta rebaja.