VITORIA, 8 (EUROPA PRESS)
El jurista y participante en el proceso de disolución de ETA (pm) Juan Infante advirtió hoy de que, si la nueva fase política abierta con el actual alto el fuego de ETA, "se mezcla" con reivindicaciones políticas como la autodeterminación, se planteará un problema "de imposible solución". La clave, a su juicio, consiste en centrar el proceso en la disolución de la banda y dejar que la política circule "por otros derroteros".
Infante, que participó esta tarde en Vitoria en una mesa redonda sobre 'Otros procesos de paz' organizada dentro del XXI Congreso de Jueces para la Democracia (JpD), señaló que la etapa a la que ha dado lugar la tregua decretada el pasado 22 de marzo por ETA será "mucho más difícil" de llevar a "buen puerto" que el proceso de disolución de ETA (pm) desarrollado entre 1981 y 1985.
El jurista recordó que los movimientos de aquella época se limitaron a certificar la disolución de la banda, "sin intercambio político, mesas de negociación ni ninguna otra cuestión que no fuera resolver los problemas judiciales" de cada uno de las cerca de 150 personas que por aquel entonces militaban en la banda.
"Va a ser mucho más enrevesado, porque han pasado 25 años y ETA ha perdido muchos trenes para engancharse a una solución pacífica", indicó. Además del cambio del contexto social y político, Infante subrayó el riesgo que plantea para el proceso "mezclar este tema con reivindicaciones políticas".
"ENFRENTAMIENTO"
Tras calificar de "impensable" la posibilidad de que el Gobierno aceptara una transacción de paz por concesiones políticas, lamentó que la introducción de cuestiones como la mesa de partidos en el debate "ha generado una situación en la que los dos grandes partidos están totalmente enfrentados".
En la misma línea, avisó de que si se produce un intento de condicionar la desaparición de ETA al derecho a decidir o la autodeterminación, que "son la misma cosa", por esa vía, no se irá "a ningún lado". "Es generar un situación de imposible solución porque el Gobierno español, sea del signo que sea, no va a acceder a ello y porque además trastocaría todo", consideró.
ESCISION
Respecto a la posibilidad de que puedan producirse nuevos atentados o de que en el seno de ETA haya una escisión similar a la que dio lugar a la organización actual tras la disolución de ETA (pm), indicó que "siempre es posible" que ocurra algo de esto.
Sin embargo, subrayó que "el fenómeno terrorista está agotado", tanto por la debilidad de la banda como por el cambio de contexto producido por el 11-S y el 11-M, así como por "la firmeza" con la que se ha actuado en los últimos años contra ETA.
PRESOS
Respecto a los límites que deberían fijarse a las medidas que pueda adoptar el Gobierno con los reclusos de la banda, reconoció que las soluciones son más complicadas que las del anterior proceso, puesto que "hay delitos de sangre muy gordos".
De todas formas, estimó que es en el campo de la política penitenciaria donde pueden empezar a darse soluciones "a medio plazo". El jurista explicó que, si bien la Constitución prohíbe la amnistía, la ley de indultos "está en vigor".
Además, recordó que existen otras posibilidades, como las que plantea la norma por la que los presos con tres cuartas partes de la condena cumplida pueden acceder a la libertad condicional. "Es decir que, una vez resuelto el tema de la disolución y sin retoques legislativos, se pueden dar soluciones en un plazo de cuatro, cinco o seis años que podrían resolver gran parte de los problemas", explicó.