MADRID 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, aseguró hoy, cuando se cumplen 1.000 días sin víctimas mortales de ETA, que si la banda terrorista no ha matado en todo este tiempo no ha sido porque "se haya vuelto generosa", sino porque una sola muerte más tras los atentados del 11-M pondrían a toda la sociedad y a todas las fuerzas políticas en su contra "para siempre", lo que, a su juicio, haría desaparecer "las elucubraciones de un posible diálogo".
"ETA no quiere matar no porque se haya vuelto generosa o nos perdone la vida, sino (...) porque sabe que un muerto más después de lo que pasó con el terrorismo fundamentalista islámico convergería en que toda la sociedad y en que todas las fuerzas políticas y sociales, sin distinción, se pusieran en contra de ETA y de su brazo político para siempre desapareciendo así las elucubraciones de un posible diálogo", indicó Múgica en declaraciones a Europa Press Televisión.
Según subrayó el Defensor del Pueblo, ETA "no quiere matar, pero podría matar", ya que, destacó, "las extorsiones podrían conducir a asesinatos" o incluso las bombas de los últimos días, que no han ocasionado víctimas, aunque sí cuantiosos daños materiales, "podrían matar a alguien".
En este sentido, añadió que si en estos casi tres años la banda terrorista no ha conseguido provocar ninguna muerte ha sido gracias a "los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a las decisiones de la judicatura, a la cooperación internacional, sobre todo francesa, y a la presión de la calle".
Por ello, destacó la necesidad de "continuar con estos medios hasta el fin de ETA". "Hasta el fin de ETA", dijo Múgica, hay que seguir "luchando" en su contra con "la mayor decisión y energía posible".