El director del Grupo Noticias dice que si su intermediación servía para evitar el pago, era "una acción cargada de ética y moralidad"
PAMPLONA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El director de Diario de Noticias y Noticias de Gipuzkoa, Pablo Muñoz, detenido y puesto en libertad bajo fianza por su presunta relación con la red de extorsión de ETA, reconoció hoy que varios empresarios extorsionados se han dirigido a él para pedirle "ayuda", pero sostuvo al mismo tiempo que "si percibía una mínima intención de pagar en el empresario, se acababa la conversación".
Así, Muñoz afirma en una entrevista que publican hoy los rotativos del Grupo Noticias que él mismo ponía a los empresarios como "condición fundamental para intervenir que no quisieran pagar" el chantaje de la banda terrorista.
"Lo primero que les he preguntado siempre es si estaban convencidos de que tenían que pagar. En el caso de que yo percibiese en el empresario la más mínima intención de pagar, negociar, rebajar o aplazar pagos, ahí se acababa la conversación", indica el periodista.
Pablo Muñoz explica que si el empresario se decidía a no pagar, entonces él buscaba "salidas" a esa situación, aunque no aclara cuáles eran esas vías concretas que utilizaba. "Yo lo he intentado. Algunas veces ha salido bien y otras no tan bien. Son operaciones de riesgo en las que tienes que actuar con absoluta convicción y asumir que es una forma no ortodoxa de resolver situaciones", explica.
Acto seguido añade que, "si evitas que el empresario pague, si evitas que la organización armada se rearme y además logras quitarle al empresario la tremenda carga del drama personal que supone tener esa amenaza, consiguiendo que dejen extorsionar, es una acción cargada de ética y moralidad".
Además, Pablo Muñoz indica que resulta "paradójico" que haya sido detenido como presunto colaborador de la banda por estos hechos y agrega que su conciencia "está muy tranquila".
Asimismo, el periodista considera que "los empresarios son las auténticas víctimas del terrorismo" y, sin embargo, "han estado olvidados". "Recibir esa carta, que es como recibir la postal del verdugo, supone no sólo el sobresalto, sino también la tremenda dificultad de saber qué hacer con esa carta", explica.
En otro orden de cosas, preguntado sobre si esta operación de la Audiencia Nacional perseguía el interés de "silenciar" a los rotativos de su grupo, Muñoz no cree que exista esta intención y añadía que "sería algo desproporcionado, sería como matar moscas a cañonazos".
Por otra parte, el periodista reprocha la información publicada por otros medios de comunicación a lo largo de los días en los que permaneció detenido y considera que "ha habido informaciones tendenciosas con clara intencionalidad política". "Me sorprende que a estas alturas, informadores que se llaman periodistas, aludiendo a mi detención sigan hablando del ex director de Egin, sin explicar en ningún caso que fui despedido de ese periódico", critica.
"TRATO CORRECTO" EN LA AUDIENCIA
Sobre su experiencia personal tras ser detenido y permanecer 72 horas incomunicado, Pablo Muñoz explica que "en todo momento" recibió un "trato correcto". "No me han golpeado, pero es muy duro permanecer 72 horas incomunicado en un habitáculo en el que sólo podías caminar cinco pasos a lo largo y dos a lo ancho, sin ningún ruido, sin poder ver nada, con dos focos a cuarenta grados de temperatura y sin apenas comer", indica.
Muñoz recuerda que fue también encarcelado durante el franquismo y explica que desde esa época "han cambiado muy poco los calabazos y mucho y para bien los funcionarios de policía".
Por otra parte, el periodista indica que "las muestras de cariño y reconocimiento a mi trayectoria profesional y a mi postura firme contra la violencia han significado mucho para mí". "Para un periodista veterano, que te aplaudan generaciones más jóvenes, te hace pensar que es un oficio que merece la pena", añade.
