En su documento sobre pacificación y normalización, dice que, sin violencia, nadie debe quedar excluido del proceso de normalización
BILBAO, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de PSE-EE, Patxi López, presentó hoy en Bilbao el documento sobre pacificación y normalización de su partido en el que se señala que esta formación no admitirá el principio de la mayoría absoluta para aprobar las bases que regirán la futura convivencia de los vascos, sino que el acuerdo debe ser transversal entre nacionalistas y no nacionalistas "en un consenso similar al del Estatuto". Además, dijo que, sin violencia, nadie debe quedar excluído del proceso de normalización, y que no admitirán que se les impongan condiciones previas para una mesa de partidos.
En una rueda de prensa celebrada en Bilbao, el dirigente socialista desgranó esta propuesta, aprobada ayer por la Comisión Ejecutiva, enmarcada en un "momento de esperanza" y que nace de la "legitimidad" que tiene el PSE-EE por su compromiso constante y lucha permanente en defensa de la paz y la libertad, que nos ha convertido también en víctimas del terrorismo", por lo que "nadie puede, utilizando la mentira, hacer creer que los socialistas flaqueamos ante el terrorismo o traicionamos a las víctimas".
Tras recordar que PSE-EE ha sido el único partido que ha estado presente en todos los acuerdos alcanzados para la paz y la normalización", explicó que siempre ha mantenido los mismos objetivos y principios y que, además, es una formación "clave" para reconducir la política vasca.
En una futura mesa de partidos, los socialistas plantearán la Constitución y el Estatuto porque "la normalización política no reside en llegar a acuerdos sobre cuestiones doctrinales, sino en, asumiendo diferencias, llegar a acuerdos sobre un marco jurídico político y un proyecto que podamos compartir.
En este sentido, PSE-EE apuesta como método de trabajo por el consenso a la hora de establecer las "reglas del juego" de la mesa pero también para la futura adopción de acuerdos en ella. "No es suficiente el principio de mayoría absoluta en esta materia, que sirve para la legalidad ordinaria pero no para aprobar las bases que regirán en el futuro la convivencia política", manifestó López, para agregar que "no habrá acuerdo posible sin que representantes de las dos grandes sensibilidades políticas de Euskadi, nacionalistas y no nacionalistas, presten su consentimiento al mismo".
En este punto, advirtió de que la mesa no es un fin en sí misma, sino "un instrumento al servicio del consenso", ni este foro será "una fórmula mágica ni cabe alimentar esperanzas desmedidas e inmedidatas" porque "el proceso que se avecina va a ser largo y difícil, y las sinergias del pasado no se van a desvanecer de la noche a la mañana".
"Deben ser acuerdos transversales entre las dos grandes sensibilidades políticas de este país en un consenso similar o superior al del Estatuto. Si ahora tenemos un marco de convivencia que fue refrendado por casi el 80% de la ciudadanía vasca, no vamos a ir para atrás en ese consenso porque sería un error político de bulto", añadió.
SIN CONDICIONES
El Partido Socialista de Euskadi también quiere dejar claro que, para formar parte de la mesa de partidos, no aceptarán condiciones por parte de los nacionalistas respecto a asuntos como la "territorialidad o el derecho a decidir" y, tras asegurar que el proceso de normalización requiere como premisa inicial un final permanente del uso de la violencia, cree importante la presencia en el foro multipartidista de todas las sensibilidades políticas vascas, "con la única condición del rechazo a la violencia y la apuesta por el uso de métodos exclusivamente democráticas".
"PSE-EE entiende que, en un escenario sin violencia o sin apoyos políticos a la misma, con todas las formaciones actuando en un marco de legalidad no deben existir razones políticas para que nadie se autoexcluya o quede excluido del proceso de normalización", manifiesta la propuesta.
Los socialistas vascos también expresan en su documento el compromiso con las víctimas porque PSE-EE sigue siendo también una víctima del terrorismo, por lo que "ansía acabar con la violencia para que no haya más en el futuro". "Este documento es el mejor homenaje que podemos dedicar a su memoria y a la de tantos que han caído víctimas del totalitarismo de ETA", señaló.
SIN "PEAJE POLITICO"
López manifestó que no habrá "peaje político" para el final del terrorismo y destacó que su formación seguirá defendiendo la Constitución, el Estatuto, la legalidad democrática y la memoria de las víctimas "como valores para sustentar cualquier proceso que se ponga en marcha".
"El arranque de un proceso de paz, la condición previa e indispensable tiene que ser el anuncio del cese de la violencia por parte de ETA", explicó, para dejar claro que el doble proceso de diálgo --entre Gobierno y ETA y entre los partidos-- no debe mezclarse porque "es preciso diferenciar paz de normalidad política".
A su entender, la violencia no es consecuencia de un conflicto político, "sino la patología que ha afectado durante años la política vasca impidiendola desarrollarse en condiciones de normalidad democrática". En todo caso, insistió en que debe haber un cese de la violencia como paso previo al diálogo.
"ETA se encuentra más débil que nunca por la fortaleza del Estado de Derecho que nunca debe bajar la guardia", señaló el líder de los socialistas vascos, quien también destacó el "reconociimento del papel de las víctimas como agentes de un futuro de paz que no puede fundamentarse en el olvido".
El documento socialista insiste en la necesidad del consenso, por lo que no admitirán planteamientos como el de Consejo Político y criticó que el lehendakari haya vuelto a poner sobre la mesa el Plan Ibarretxe.
"El lehendakari no tiene por qué marcar ningún tipo de hoja de ruta para la mesa de partidos políticos y, si lo que intenta es volvernos a reivindicar sus planteamientos particulares, se quedará solo", concluyó.
