MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del PP vasco, María San Gil, afirmó hoy que la propuesta de la propuesta de el diputado y portavoz socialista en la Comisión Constitucional del Congreso, Ramón Jáuregui, quien abogó por reformar el Estatuto vasco para integrar a ETA-Batasuna, es una nueva "cesión" del Gobierno a los planteamientos de la izquierda abertzale.
En declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press, lamentó que cuanto más "tira" ETA-Batasuna, más "afloja" el Gobierno, al tiempo que subrayó que las reclamaciones de Jáuregui evidencian la voluntad "clarísima" del Ejecutivo de ponerse "al servicio" de la voluntad de ETA-Batasuna.
"Quien lleva 40 años exigiendo la modificación del Estatuto de Autonomía para conseguir la autodeterminación es ETA-Batasuna, y la vocación de la mesa de partidos no es otra más que elaborar un nuevo marco jurídico en el que el País Vasco sea una nación y donde se dé la razón a ETA-Batasuna", denunció.
En este sentido, recordó que ETA-Batasuna no puede "exigir nada" al Gobierno y "no se puede poner Batasuna al mismo nivel que el Gobierno". A su juicio, no se puede asumir con la naturalidad que se está haciendo, el hecho de que "todos los días" haya "exigencias, amenazas y coacciones" por parte de "quienes están ilegalizados y no tienen ningún derecho" a estar en la vida política democrática.
"Ya damos por hecho que Batasuna va a estar en las próximas elecciones, pero tenemos que denunciar todos los días que Batasuna está ilegalizada, que no existe, no porque defiendan un determinado proyecto político, sino porque son una creación de una banda terrorista. Eso es lo suficientemente contundente como para que no asumamos con naturalidad que tienen que volver, porque sería un terrible retroceso democrático, y hay que intentar evitar que se cuelen en las instituciones democráticas a través de una lista blanca", alertó.
"PROCESO DE TRAMPAS"
Asimismo, apuntó que el nivel de exigencia del mundo abertzale pasa por la vuelta de Batasuna a la vida política, la mesa extraparlamentaria, Navarra como "moneda de cambio" y por los presos. Recordó, además, que la voluntad de final de ETA-Batasuna es la autodeterminación, hacia la que van avanzando "paso a paso" hasta conseguir eso, "que no cabe en el Estado de Derecho, ni en el marco democrático".
Por tanto, resaltó que el "mal llamado" proceso de paz es en realidad un proceso de "trampas y engaños", ya que los hechos son muy "contundentes". "En estos últimos nueve meses llevamos más de 200 actos de terrorismo callejero, sigue existiendo la extorsión a los empresarios, seguimos llevando escolta, es decir, quienes estamos perdiendo terreno somos los demócratas", indicó.
San Gil aseguró que el PP no quiere desgastar al Gobierno a través de la política antiterrorista, sino que lo que quiere es desgastar a ETA-Batasuna, si bien insistió en que el Ejecutivo ha dado un giro de "180 grados" en esta materia y en que "no se debe, ni se puede, negociar con los terroristas".
Preguntada acerca de la soledad del PP en sus críticas al Gobierno, respondió que "más vale" estar solo que "mal acompañado", al tiempo que afirmó que no están solos, sino "respaldados por más de diez millones de españoles". "La política antiterrorista del PP no es sectaria y partidista únicamente en clave electoral, que es lo que hace el PSOE y el Gobierno, sino que entendemos que el bien común del conjunto de los ciudadanos es dedicarse al fin del terrorismo", señaló.
Finalmente, criticó que el PSE haya apoyado los presupuestos del lehendakari Juan José Ibarretxe, unas cuentas que son, según dijo, "de nacionalistas y para nacionalistas, absolutamente excluyentes, y que están mucho más con los verdugos que con las víctimas". En su opinión este apoyo es un "pago de favores de unos con otros" que no se hace en clave de pensar en el "bien común".