ETA.-Uriarte dice que la Iglesia está dispuesta a ser un "catalizador positivo" para el proceso de paz

Actualizado: jueves, 23 marzo 2006 13:19

El obispo destacó que "los momentos históricos requieren magnanimidad y altura de miras", así como "actitudes inclusivas, no excluyentes"

SAN SEBASTIAN, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, expresó hoy su deseo de que el alto el fuego permanente anunciado ayer por ETA "sea en la práctica una renuncia definitiva a la violencia", al tiempo que dijo que la Iglesia estará al servicio de una "paz justa y humana", y que, si son necesarios "catalizadores positivos" que "desatasquen" el proceso, no se echará "atrás".

Uriarte afirmó hoy en San Sebastián, durante la presentación de la marcha diocesana al Santuario de Aránzazu, que la Iglesia "va a tener mucho que hacer en la reconciliación de esta sociedad" y que, "probablemente, esa será su aportación más específica". Además, recordó la petición para "lograr la paz" que los feligreses realizaron el pasado año en el Santuario, y destacó que ahora "el deseo se ha cumplido".

El obispo destacó que el paso que se dio ayer "es necesario pero no suficiente" y afirmó que "el camino hacia la plena pacificación y hacia la verdadera reconciliación no es una etapa llana y placentera". Asimismo, afirmó que, "en estos momentos, sería difícil concebir una perversión mayor que aquella que por maximalismos, rigidez, intereses particulares y desconfianzas inveteradas, pudiera dejarnos embarrados en el camino de la paz".

ACTITUDES INCLUSIVAS

Uriarte subrayó que "los momentos históricos requieren magnanimidad y altura de miras", así como "actitudes inclusivas, no excluyentes". Por ello, señaló que "la Iglesia estará al servicio de una paz justa y humana", ya que tiene un "compromiso vital por la paz".

Asimismo, recordó que "los obispos del País vasco hemos dicho en muchas ocasiones, que reconociendo el carácter adulto de la sociedad, en caso de que se nos requiriese estaríamos "dispuestos a dar cualquier servicio dentro de lo que entre en nuestra tarea pastoral".

Por último, el obispo subrayó que "los procesos largos pueden tener la necesidad de catalizadores positivos que de alguna manera desatasquen" y añadió que, "si eso tiene que hacerlo, la Iglesia no va a echarse atrás, porque ha apostado demasiado fuerte por la paz y a sufrido como toda esta sociedad demasiado por la falta de ésta, como para no arriesgarse a estos pasos, que al final son requerimientos de la Humanidad, y al mismo tiempo reclamos del evangelio".