El etarra Guridi Lasa se desdice de la declaración en la que inculpó a los presuntos atacantes de un cuartel en Soria

Actualizado: viernes, 21 julio 2006 18:15

MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

El miembro de ETA Ignacio Guridi Lasa se desdijo hoy, ante la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional, de las declaraciones en las que implicó a los presuntos miembros del "comando Ttotto" de ETA Asier Arzalluz Goñi y Aitor Aguirrebarrena Beldarrain en la colocación de un coche-bomba en las cercanías de un cuartel de la Guardia Civil de la localidad de Ágreda (Soria), en julio de 2000.

El juicio por estos hechos, en el que el fiscal Jesús Alonso pide para cada uno de los acusados 23 años de cárcel por los delitos de estragos terroristas y lesiones, continuará la semana que viene y está previsto que quede visto para sentencia el 28 de julio.

Durante su comparecencia hoy como testigo, Guridi Lasa señaló que si en el momento de su declaración policial había inculpado a Arzalluz y Aguirrebarrena fue porque había sido "narcotizado" por los miembros de los Cuerpos de Seguridad. Al ser preguntado por el fiscal por este extremo, el etarra señaló que notó que estaba drogado porque "miraba a la pared y veía que salía una casa rosa, y luego de repente volvía a ver la pared".

POR ÓRDENES DE "TXAPOTE"

En sus declaraciones policiales, Guridi Lasa señaló que fue el dirigente etarra Javier García Gaztelu, "Txapote", quien les facilitó la ubicación del cuartel de Ágreda y una furgoneta con explosivos para realizar el atentado.

Tras señalar que sólo conocía a Arzalluz y Aguirrebarrena del colegio, Guridi Lasa concluyó su declaración y salió de la sala, momento en el que saludó efusivamente a los acusados. La presidenta del tribunal, Ángela Murillo, conminó a los inculpados a sentarse: "Esto no es ninguna fiesta, cuando digo alguna cosa hagan el favor de obedecer, que esto no es ningún circo", dijo.

También compareció hoy ante el tribunal una mujer de 30 años, esposa de un guardia civil, que resultó herida en el atentado. Narró que el día de los hechos se dirigía a coger su coche cuando explotó el vehículo-bomba, y la onda expansiva la empujó contra una pared de la cochera. Trató de levantarse, pero no pudo porque la explosión le arrebató la parte trasera del muslo, una lesión de las que aún se está recuperando y que le impide llevar una vida normal.

En su escrito de calificación, el fiscal acusa a Arzalluz y a Aguirrebarrena, quienes integraban el "comando Ttotto" de la colocación de un coche-bomba, que hizo explosión el 16 de julio de 2000. Además de las lesiones a la esposa del guardia civil, la explosión afectó a varios edificios que se encontraban en las proximidades y provocó un cráter de 145 cm de ancho, 213 de largo y 47 cm de profundidad.