El eurodiputado de UPyD se abstuvo en la votación de los vuelos porque apoya el ahorro pero no su uso "demagógico"

Actualizado: jueves, 7 abril 2011 20:35

MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

El eurodiputado de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Francisco Sosa Wagner, cambió ayer el sentido de su voto del rechazo a la abstención en la votación en Estrasburgo a favor de seguir viajando en primera clase porque apoya bajar los costes de los viajes de los parlamentarios pero no el uso "demagógico" que considera que se ha aplicado en este caso.

En un comunicado publicado en la página web del partido, Sosa Wagner explica que apoya que se estudien medidas para bajar los costes para el Parlamento Europeo de los billetes de viaje de los eurodiputados, "pero haciéndolo de una manera efectiva y sin perjudicar su labor parlamentaria".

Por ello, aunque en un primer momento anunció su voto en contra a la iniciativa, finalmente ha optado por la abstención, aunque insiste en su acusación a los proponentes de presentar la iniciativa con ánimo demagógico y no de ahorro.

Según explica, los billetes de avión son un instrumento de trabajo de los eurodiputados, quienes tienen que comprarlos con muy poco tiempo de antelación y realizar numerosos cambios de hora o día. De esta forma, advierte de que aunque el precio de un billete en clase económica es más barato, no tiene la flexibilidad que requieren los europarlamentarios, por lo que no siempre está garantizado el ahorro.

"Si se tuviese que comprar un billete cada vez que se necesita hacer un cambio, y además con poco tiempo de antelación, el coste sería mayor --defiende--. Los billetes en 'Business' tienen flexibilidad total y se pueden cambiar o anular sin coste, proporcionando al diputado un instrumento mejor para realizar sus funciones y adaptarse a los cambios".

Para salvar este problema, Sosa Wagner propone que la agencia de viajes del Parlamento Europeo negocie con las líneas aéreas tarifas especiales para los diputados y funcionarios que tengan "total flexibilidad y menor coste", algo que considera "factible" debido a la competencia entre líneas y el gran volumen de billetes que adquiere el Parlamento.