La violencia sólo es la primera preocupación para el 1% y la situación política para el 4%
BILBAO, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El 78 por ciento de los ciudadanos vascos dice sentir los efectos de la crisis y el empleo es la mayor preocupación para un 56 por ciento. Sin embargo, más de la mitad de la población sigue viendo con optimismo el futuro en el País Vasco, según los datos del último Euskobarómetro realizado en base a 1.200 entrevistas entre el 8 y el 24 de mayo de 2012, presentado este viernes por su director, Francisco Llera.
La encuesta refleja que algo menos de seis de cada diez vascos creen que 2012 está siendo un buen año en lo personal, mientras que el resto refieren una experiencia negativa (18%) o expresan escepticismo (25%), tras una recaída del optimismo en ocho puntos en el último semestre.
El pesimismo sobre el escenario económico español alcanza su máximo situándose en el 89 por ciento, tras un avance semestral de siete puntos, mientras que sólo el 1 por ciento se declara optimista. En el caso de la economía vasca, un 51 por ciento la ve mala, los escépticos se elevan al 41 por ciento y los que la ven buena son el 7 por ciento.
Un 78 por ciento de los encuestados dice sentir los efectos de la crisis, seis puntos más que el semestre anterior. Algo más de un tercio la perciben mucho o bastante (con un aumento de dos puntos).
El empleo es la mayor preocupación para el 56 por ciento de los ciudadanos, aunque este porcentaje retrocede seis 6 puntos en el último semestre. Le sigue la preocupación genérica por la situación económica, citada por el 20 por ciento de encuestados tras un ligero avance semestral de dos puntos.
SITUACIÓN POLÍTICA Y VIOLENCIA
La tercera posición la ocupan las desigualdades sociales y el bienestar, con un 13 por ciento. A mayor distancia, se encuentran la situación política (4%), la vivienda (2%) o la violencia (1%).
No obstante, un 52 por ciento sigue viendo con optimismo el futuro del País Vasco en los próximos años, frente al 18 por ciento de escépticos y el 19 por ciento de pesimistas. El impacto de la crisis ha reducido el optimismo en seis puntos, al tiempo que ha elevado el pesimismo en 10 puntos.
Como conclusión, Llera ha señalado que lo más significativo de esta oleada se puede sintetizar como de "claro contraste entre el pesimismo con la situación política y, sobre todo, económica y de optimismo ante el final del terrorismo y el futuro del País Vasco".
El balance semestral, ha destacado, "vuelve a ser de una alta satisfacción en lo personal", aunque "las consecuencias de la crisis económica siguen siendo vistas con pesimismo y con un impacto creciente en las familias, preocupadas, sobre todo, por el empleo".
