Julio Diego González critica que "parece que España se va a hundir por traspasar las competencias de aeropuertos a las CCAA"
PAMPLONA, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El ex magistrado del Tribunal Constitucional Julio Diego González Campos afirmó hoy en Pamplona que "exigir que Navarra no sea moneda de cambio en una negociación con ETA es presuponer que el Gobierno de Zapatero va a hacer una tontería" y dijo que quienes utilizan estas palabras "hacen poco favor a los navarros, porque son los ciudadanos los que tendrán que decidir".
El catedrágico de Derecho Internacional Privado se preguntó en una rueda de prensa en la que atendió las preguntas de los medios "cómo va a prometer el Gobierno la incorporación de Navarra a Euskadi". "¿Qué promesa es esa? Yo dudo de que el presidente del Gobierno, que es persona bastante prudente, vaya por ese camino". "Es una tontería", dijo.
Además, Julio Diego González subrayó que el Gobierno y ETA "pueden negociar lo divino y lo humano, porque al final los navarros tendrán que decir que no o que sí" y lamentó que "de vez en cuando los partidos políticos introducen en el debate político elementos que no son buenos".
Así, el ex magistrado del TC, quien impartió una conferencia sobre Derecho Internacional Privado a alumnos de la UPNA, planteó que "en el caso de Navarra, yo me quedaría viéndolas venir, porque pienso que ETA ya sabe que la incorporacaión de Navarra es imposible, y conviene actuar con frialdad". "Ojalá todo vaya bien para el final de ETA, y dentro de este buen final, incluyo que Navarra no sea moneda de cambio", agregó.
Por el momento, continuó, "la tregua de ETA favorece por igual a los vascos, a los navarros, que a los andaluces". "Yo tengo un apartamento en Fuengirola, y resulta que cuando era magistrado del Tribunal Constitucional tenía que pasearme con escoltas en lugar de ir por el paseo marítimo a mi aire", añadió.
REFORMAS ESTATUTARIAS
Por otra parte, Julio Diego González se refirió al proceso de reformas estatutarias que ha iniciado España en esta legislatura y criticó que, en esta situación, "parece que España se va a hundir por traspasar las competencias de aeropuertos a las Comunidades Autónomas".
El ex magistrado del TC consideró que "decir que a través de los estatuto se está haciendo una reforma encubierta de la Constitución no se sostiene jurídicamente". "O el estatuto es conforme con la Constitución, o no es conforme con la Constitución. Quien tenga dudas, tiene que acudir al Alto Tribunal, pero éste no dirá si es una reforma encubierta. Dirá si va más allá de la Constitución o no", apuntó.
Por otra parte, destacó que los apartados "intangibles" de la Carta Magna son el artículo 1, en el que se dice que "España es un estado social y democrático de derecho, es decir que no podemos volver a una dictadura", y las competencias del Estado en Defensa, Asuntos Exteriores y Ordenación General de la Economía.
Además, recordó que "la Constitución establece el principio de descentralidad político, lo que le da cierta capacidad de decisión política a las Comunidad Autónomas" y argumentó que "el problema es saber hasta dónde puede ceder el Estado". "Nadie ha querido tener competencias ni en Defensa, ni en Asuntos Exteriores ni en la ordenación de la economía. Quitando esto, todo lo demás es disponible", apuntó.
NACIONALIZACIÓN EN BOLIVIA
Julio Diego González se refirió también a la decisión del presidente de Bolivia, Evo Morales, de nacionalizar los hidrocarburos y consideró que el mandatario boliviano ha tomado esta decisión "utilizando su derecho soberano", pero apuntó que ahora deberá negociar con España, con Brasil y con las empresas implicadas la solución del conflicto. "Naturalmente el Gobierno española va a defender los intereses de las empresas españolas", apuntó.
En este sentido, advirtió de que a Bolivia "recibe muchas cosas de España y no creo que le interese tener unas relaciones malas". "Es más, Morales hablará próximamente ante el Parlamento Europeo, y los países europeos son inversores, y tampoco le conviene ponerse a mal con ellos", agregó.
El catedrátido de Derecho Internacional Privado destacó que Evo Morales responde a un "populismo indígena que está adquiriendo mucha fuerza en américa del sur y que se puede reproducir en Perú y en Paraguay", pero consideró que el presidente boliviano, "a la larga, tendrá que negociar".
