OVIEDO, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
La exconsejera de Cultura y de Administraciones Públicas del Principado Ana Rosa Migoya ha dicho este miércoles que tiene la conciencia tranquila y que actuó siempre con "honestidad y honradez" en el ejercicio de sus funciones dentro del Ejecutivo autonómico.
Así lo ha apuntado durante su declaración previa en la comisión de investigación del 'Caso Marea' que se desarrolla en la Junta General, en la que rehusó responder a las preguntas de los grupos parlamentarios debido a su declaración como imputada en dicha causa el próximo 8 de marzo.
En su relato, Migoya ha señalado que su criterio fue siempre ratificar a los jefes de servicio que estaban desempeñando su función en las consejerías de las que fue responsable, aceptando las propuestas que le hacían los directores generales. Así, en el caso de la exfuncionaria Marta Renedo, ha indicado que fue propuesta como jefa de servicio por los entonces directores generales Carlos Madera, en el área de Cultura, primero, y después por Alberto Pérez Cueto, en Administraciones Públicas.
La exconsejera, que ha afirmado que nunca antes se detectó nada negativo de Marta Renedo, ha explicado que fue en febrero de 2010 cuando Pérez Cueto detectó una serie de pagos que no recordaba haber autorizado a una empresa que resultó ser de Marta Renedo. Al respecto, Migoya ha resaltado que se lo comunicó al entonces presidente Vicente Álvarez Areces y decidieron su suspensión cautelar y denunciarla ante la policía y la fiscalía.
"Fui yo quien, como no tenía nada que ocultar, acudí a la policía, ordené una inspección extraordinaria de los contratos objetos de la denuncia y la alejé de sus funciones", argumenta Migoya, quien ha dicho que hubiera sido su deseo como consejera comparecer ante la Junta General para informar de todos los detalles pero tuvo que desistir al estar el caso bajo secreto de sumario.
Migoya, que ha recordado que hubo dos inspecciones extraordinarias en el ámbito interno de la administración, asevera no tener más implicación en los hechos que ser titular de ambas consejerías y ser la superior de la citada funcionaria, así como ser la que detectó las irregularidades y las denunció. "Los consejeros no tienen papel fiscalizador de los expedientes", ha apuntado, asegurando que se limitan a tomar "decisiones de carácter político en base a un programa de gobierno".
"MECÁNICA FALSARIA"
Así, ha advertido de la "mecánica falsaria" protagonizada por Marta Renedo que, dice, incluía "alteración y falsificación de documentos", con "firmas transportadas de un soporte documental a otro". "También he sido víctima de ello", lamentó, exponiendo ante la comisión que ella como consejera no consintió ni dio indicaciones, sino que controló y frenó esas actuaciones en cuanto tuvo conocimiento.
"Jamás di una instrucción acerca de contrataciones a empresas o de personas", ha apostillado la exconsejera, quien ha asegurado sentirse en "total indefensión" respecto a su declaración como imputada ante el juez Ángel Sorando ya que desconoce que acción penada por la ley es la que se le puede "reprochar".
