MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
El excursionista que se perdió ayer tarde en la Sierra de Guadarrama fue localizado por los equipos de rescate a las dos y media de la madrugada cuando estaba con la nieve hasta la cintura, a 8 grados bajo cero, en La Loma de Pandasco, una zona situada a 2.240 metros de altura, según informó a Europa Press un portavoz de Emergencias 112.
El joven, de 24 años, presentaba hipotermia y los especialistas creen que si no hubiera sido localizado anoche, seguramente habría fallecido en las horas siguientes ya que no tenía alimentos ni agua suficientes, no llevaba la ropa adecuada para pasar la noche en la sierra y además tenía puestas unas zapatillas de deportes y no botas de nieve.
Llegó a las diez de la mañana del sábado a Manzanares el Real y acto seguido se puso en marcha hacia La Pedriza, puesto que su intención era acceder a la Bola del Mundo en solitario. Sin embargo, a las cinco de la tarde se puso en contacto telefónico, a través de su móvil, con el servicio de emergencias de la Comunidad de Madrid, el 112, ya que había perdido el rumbo y se encontraba perdido en la sierra.
OPERATIVO DE BÚSQUEDA
En ese momento se activó el operativo de búsqueda, integrado por efectivos del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, del Servicio de Rescate en Altura de la Guardia Civil, de Cruz Roja y de Protección Civil de Moralzarzal. El centro de coordinación se situó en el collado de Quebrantaherradura.
Desde su móvil, el joven afirmaba que estaba en las cercanías de la Bola del Mundo, siendo la zona rastreada sin éxito. En una de las comunicaciones se le indicó que bajara de la montaña ante la cercanía de la noche, a lo que contestó que estaba agotado físicamente, tras andar todo el día en condiciones extremas, y que se quedaba en el lugar.
A las dos y media de la madrugada fue localizado por dos bomberos en La Loma de Pandasco, cuando estaba con la nieve hasta la cintura, a 8 grados bajo cero y a una altura de 2.240 metros. Estos bomberos, ayudados por dos guardias civiles, le bajaron hasta el aparcamiento de La Pedriza, a 1.800 metros de altura, donde le atendieron sanitarios de Cruz Roja. Presentaba un cuadro clínico típico de padecer hipotermia y fue trasladado en ambulancia a las cinco de la madrugada hasta el Centro de Salud de Manzanares el Real.
Su estado era crítico como lo demuestra por ejemplo el hecho de que los calcetines estaban completamente congelados y parecían una piedra de hielo. No llevaba botas de nieve y sí zapatillas deportivas no apropiadas para ese terreno, al tiempo que subió a la montaña sin brújula y sin alimentos ni agua suficientes para hacer frente a un imprevisto.