La Federación de Asociaciones de la Prensa de Castilla-La Mancha muestra su apoyo a los trabajadores de RTVE

Actualizado: jueves, 9 marzo 2006 20:22

CIUDAD REAL, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Federación de Asociaciones de la Prensa de Castilla-La Mancha, en la que están integradas Albacete, Ciudad Real, Guadalajara, Talavera de la Reina y Toledo, expresó hoy su apoyo a los trabajadores del Radio Televisión Española (RTVE) tras el que la SEPI diera a conocer el Plan de Reestructuración, que podría traducirse en un significativo recorte de plantilla.

En nota de prensa, se recuerda que la SEPI y RTVE prevén, en su proyecto de saneamiento del ente, una fuerte reducción de los centros territoriales para simplificar el organigrama del grupo, lo que podría afectar directamente a algunas de las delegaciones de RNE que funcionan actualmente en Castilla-La Mancha.

En concreto, según se indica, el nuevo organigrama supondría el cierre de la emisora de Talavera de la Reina y el ajuste de personal en el resto de centros de las capitales de provincia.

Desde la federación regional de asociaciones de la prensa, se quiere mostrar su malestar por la amenaza que supone para muchos periodistas la puesta en marcha de dicho plan, que dejará en la calle a más de 4.000 trabajadores de toda España, muchos de ellos en esta comunidad autónoma.

La Federación de Asociaciones de la Prensa de Castilla-La Mancha defiende la permanencia de las emisoras de Radio Nacional de España en la Comunidad Autónoma, porque "contribuyen a la cohesión social de la región".

Asimismo, desde esta organización profesional se expresa un incondicional apoyo a las plantillas de las emisoras de RNE y corresponsales de TVE en las cinco provincias, que estos días han mostrado su malestar con un lazo negro prendido en los micrófonos, al tiempo que se reconoce el servicio público que ofrecen con la elaboración de la información y actualidad local, provincial y regional.

Esta organización considera que el recorte del servicio básico que representa una radio pública en democracia sería un "error irreparable" que dañaría seriamente la libertad de expresión y la pluralidad de opiniones.