Felipe González ve "ridículo" el debate de las ayudas al automóvil en España y pide una política común de la UE

Actualizado: miércoles, 20 mayo 2009 22:20

Lamenta la "creciente y preocupante" desarticulación de la unidad de mercado en España con normas diferentes en las autonomías

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente del Gobierno Felipe González afirmó hoy que ve "ridículo" el debate abierto en España sobre las ayudas para la compra de automóviles y aseguró que "lo incomprensible" es que la Unión Europea no ponga en marcha una política común de "rescate" al sector.

Durante su participación en ExpoManagement 2009, González hizo referencia al debate abierto en España sobre las ayudas al sector del automóvil después del anuncio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de bonificaciones en la compra de vehículos, y defendió que lo apropiado sería una política común de todos los países de la Unión Europea.

"¿Qué parte de la producción que hacemos en España se vende en España? --se preguntó--. Un 20 o un 30 por ciento, y lo mismo sucede en otros países. Lo que se pague aquí va a incidir en los procesos de producción de Francia, Alemania o Polonia, y a la inversa".

En este sentido, insistió en que no sólo le parece "ridículo" el debate en el que "se mete" España, sino que además le parece "incomprensible" que no haya una política europea de rescate del sector. "Lo incomprensible, lo que es un poco exasperante, es que la Unión Europea como tal no haga una política de rescate al sector del automóvil común", reiteró.

DESARTICULACION UNIDAD MERCADO EN ESPAÑA

El ex presidente del Gobierno vinculó esta situación con la "creciente y preocupante" desarticulación de la unidad de mercado y puso como ejemplo la diferencia de requisitos para el establecimiento de una empresa entre comunidades autónomas en España o la validez de títulos de formación profesional en una región u otra.

En un discurso en el que abordó la actual situación de crisis económica y expuso los que a su juicio deberían ser los pasos para superarla, González defendió que la Unión Europea debería "revisarse a sí misma" y abrir un periodo de crítica interna para "renovar un pacto político, social y económico del siglo XXI".

A su juicio, la UE todavía no ha hecho un necesario ejercicio de reestructuración "para valorar lo importante y lo accesorio". "Llevamos veinte años discutiendo cómo se reparte el poder más que discutiendo qué poder necesita Europa para ser relevante para la economía y los ciudadanos", criticó.

Además, reconoció que para él lo "más preocupante" es que no ve a Europa concienciada de estar ante una "emergencia global", como sí ve a Estados Unidos. Así, aunque advirtió de que esto no significa que considere favorables todas las medidas del presidente norteamericano, Barack Obama, recordó que el mundo nunca se había enfrentado a una situación como la actual, en la que hay que aplicar "un sistema de prueba y error".

"AZNAR NOS SALVARA"

En este punto, bromeó sobre la posibilidad de acudir "a quien tiene la solución de la crisis en nuestro país y en el mundo", en referencia a su sucesor en el Palacio de la Moncloa, José María Aznar. "Si acudimos a esa persona nos salvará, y si no quiere salvarnos, pues que se lo cuente al señor Rajoy para que nos salve Rajoy", ironizó. Durante el discurso, el ex jefe del Ejecutivo español se refirió a algunos de los retos a los que debe enfrentarse la Unión Europea e hizo referencia a la incorporación de Turquía. Según recordó, Turquía fue aceptada como país candidato "y ahora hay muchas pegas y muchos problemas para su aceptación".

Sin embargo, a su juicio, su adhesión debe ser valorada "en los términos únicos" según los que "puede formar parte de la Unión Europea quien quiere y puede". "Turquía quiere, y si tiene las condiciones que se exigen para la adhesión debe entrar en la Unión Europea -defendió--. Si se ha cometido un error de apreciación de recorrido de parte y parte ese es un problema que hay que asumir".

"EUROPA NO PUEDE PRESCINDIR DE LA INMIGRACIÓN"

González expuso también su visión sobre los flujos migratorios y recordó que sin la inmigración no sería sostenible el sistema de pensiones o la seguridad social europea. Por ello, calificó como "dramático" que un país de emigrantes como España esté reaccionando "mal" ante los flujos migratorios.

Para él, el problema es que cada país de la Unión Europea aprueba una ley de inmigración distinta, mientras que las personas que entran por el sur de Italia pueden llegar sin problemas a Alemania o quien entre por Polonia puede llegar hasta España.

En este sentido, insistió en que Europa no podrá prescindir de la inmigración en los próximos treinta años y apostó por una política común tanto de control de fronteras como de cooperación con los países en desarrollo.