El fiscal mantiene los 20 años de prisión para la joven acusada de matar a su bebé al nacer

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 20 diciembre 2006 16:23

SEVILLA 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ministerio fiscal ha mantenido hoy en sus conclusiones definitivas los 20 años de prisión para la joven de 28 años acusada de matar a su bebé golpeándole la cabeza nada más nacer por un presunto delito de asesinato, mientras que la defensa ha solicitado en el juicio con jurado, que ahora debe dar su veredicto, la libre absolución.

El fiscal basa su petición en que la joven, M.T.G., desde el primer momento tuvo la voluntad de que "su hijo muriese" y considera que hay "pruebas suficientes" para creerlo. Así, basándose en la declaración de los forenses, recordó que el bebé estaba vivo en el momento del nacimiento y que, según dichos informes, "respiró durante varios minutos".

Asimismo, dijo que el bebé sufría un traumatismo craneoencefálico que, una vez descartada la opción de que cayera al suelo de golpe al asegurar la madre que se tumbó en el momento del parto, "cobra fuerza la posibilidad de que fuera intencionado".

Por su parte, la defensa apeló a la presunción de inocencia ante la "falta de pruebas contundentes" de que las lesiones que presentaba el bebé fueran realizadas intencionadamente por la madre, aludiendo a que los informes forenses "no son nada concluyentes". De este modo, recordó a los miembros del jurado "la regla de oro, es decir, la necesidad ineludible de pruebas de cargo que no den lugar a dudas".

Así, afirmó que ninguna de las pruebas presentadas han sido concluyentes y que en ningún momento "nadie ha afirmado aquí claramente que golpeó al bebé". En cuanto al hecho de que la joven desconocía que estaba embarazada, el letrado dijo que no es algo "tan disparatado" para lo que hizo referencia a un artículo de prensa sobre un mujer que dio a luz con 42 años sin saber que estaba en estado.

Además, añadió que su cliente supo sólo días antes que estaba embarazada y que ésta pensaba que su estado de gestación era de menos tiempo. En este sentido, recordó el testimonio de los médicos que atendieron a la joven cuando llegó al hospital tras tener al bebé, que tampoco pudieron precisar si se habían cumplido los nueve meses, sino que era un embarazo "que estaba en su tercer trimestre". Así, dijo que de haber sabido que el parto sería en breve, "ella hubiera tomado las medidas adecuadas".

Por último, el abogado pidió a los miembros del jurado que si su veredicto es condenatorio "expliquen en qué se basan para considerar que quería matar a su bebé".

TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO

En la vista de hoy, antes de las conclusiones, declararon los forenses que examinaron el cuerpo del bebé. Estos confirmaron que no presentaba lesiones externas, pero sí un traumatismo craneal, sin embargo dijo que "es algo que no extraña en los bebés, por la elasticidad del cuero cabelludo, que puede no presentar heridas, mientras que el cráneo está destrozado".

Los forenses señalaron que este tipo de lesiones pueden ser por una caída desde cierta altura o provocadas, a lo que añadió que si la madre afirma que se tumbó para el parto, "cobra más fuerza la otra hipótesis, pero no podemos decir categóricamente cual es la razón". Por último, también hizo referencia al hecho de que la madre no supiera que estaba embarazada, "es poco probable, menos cuando era su segundo hijo", subrayó.

Por su parte, la procesada reiteró hoy que hasta el 3 de febrero, 15 días antes, del parto desconocía que estaba embarazada y que no golpeó al bebé, sino que este ya nació "morado" e incluso creyó que estaba muerto. A lo que añadió que no le dijo nada a la madre del embarazo cuando acudió al hospital, "porque no era el mejor sitio para decirle que estaba embarazada, además de que estaba mi hijo delante, y por eso no subí a ginecología".

En el primer día del juicio la joven afirmó que, una vez en el baño se recostó para evitar que el bebé se golpeara al nacer y que vio que la niña "estaba morada" y que "ni respiraba ni lloraba". Fue entonces cuando alertó a su madre, que ante la situación avisó al equipo de emergencias que se personó en el lugar de los hechos, sin que pudiera salvar la vida de la recién nacida.

LOS HECHOS

Según el fiscal, M.T.G. se quedó embarazada de una relación sexual con un joven que conoció en una discoteca de Chipiona (Cádiz). La mujer, soltera y madre de un menor de ocho años de una relación anterior, "decidió no afrontar las consecuencias de su acción y ocultar el embarazo a su familia" y, siempre según el fiscal, "deshacerse con posterioridad de la criatura que esperaba".

En la madrugada del 22 de febrero de 2004 la acusada comenzó a sentir dolores abdominales en su domicilio y "pese a ser consciente del parto que se avecinaba continuó sin comunicar nada a su familia". Sobre las 10.45 horas dio a luz en el cuarto de baño a una niña "viva" que pesó 3,170 gramos y midió 50 centímetros.

Supuestamente M.T.G., tras cortar el cordón umbilical, golpeó al bebé en la cabeza, "con la intención de acabar con su vida", ocasionándole un traumatismo craneoencefálico que unido a una hemorragia produjo la muerte del recién nacido.

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