VALENCIA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ministerio fiscal mantuvo hoy en el juzgado de lo penal número 10 de Valencia la acusación por un delito electoral continuado contra cuatro miembros del PP de la localidad valenciana de Turís a los que acusa de comprar votos a 50 euros en las elecciones de mayo de 2003. La acusación contra una quinta persona se retiró finalmente porque ningún testigo la reconoció ni su nombre salió a relucir durante la vista, celebrada en los dos últimos días en la Ciudad de la Justicia.
El representante de la acusación pública reclama para cada uno de los acusados 15 fines de semana de arresto y una multa de 3.600 euros por los hechos. Las defensas, por su parte, piden la libre absolución mientras que la acusación ejercida por el PSPV reclama lo mismo que el fiscal.
La alcaldesa socialista, Pilar Blasco, explicó que los dos denunciantes acudieron a esta formación tras las elecciones porque afirmaban que "querían devolver el dinero porque estaban asustados y no sabían qué hacer y no querían quedar mal con el pueblo". Aseguró que lo que le trasladaron varias personas del municipio, de 5.000 habitantes, era que les habían "comprado" los votos por 50 euros y que les habían "prometido casas". Según la primera edil municipal, algunos le dieron el nombre de la persona propietaria de la casa del barrio de El Colmao donde supuestamente se recogieron los votos fraudulentos y tanto el dueño como su mujer le reconocieron la verdad de la denuncia.
Sin embargo, explicó que por la acusación no le han citado como testigo porque se negaba y añadió que las personas que han reconocido la venta de sus votos no han dado esta información porque "son familias que a veces amenazan y te puede pasar cualquier cosa. El señor donde fueron a votar no quiere que se diga que fueron allí", dijo, y subrayó que por este motivo y ante el miedo de los testigos, ellos pidieron que declararan como protegidos.
El concejal independiente del consistorio, Rafael Corell, indicó por su parte que había "rumores" por el pueblo ya desde las elecciones de 1999. El día de los comicios de 2003 se dieron cuenta de que mucha gente había votado por correo, algo que resultaba "extraño" porque residían en Turís. Dos testigos que declararon hoy explicaron que votaron por correo, aunque no cobraron, porque lo hacían habitualmente. En ambos casos dijeron que llegó el "correo" a su casa y firmaron lo que les presentaron.
El fiscal explicó que en este caso los acusados encontraron a un funcionario de Correos "dispuesto a ayudarles" y estas personas aunque efectivamente votaron, se preguntó cómo pudieron hacerlo ya que muestran un "muy bajo nivel intelectual", no saben leer ni escribir ni tampoco cómo funciona esta forma de votación.
"Lo hicieron porque particulares que han ido precisando fueron a una casa o a su propio domicilio a recogerles el voto", dijo, y añadió que en este caso estarían "desesperados" después de 24 años de gobierno socialista en el consistorio y pensaron que había que hacer "lo que sea". Por ello, decidieron ir "al barrio de los gitanos" para ver si podían convencerles o, en caso contrario, darles dinero. Asimismo consideró que no hay constancia de que la denuncia sea una "maniobra política" porque los testigos no están preparados, e incluso incurren en contradicciones aunque no los dos principales.
