El fiscal mantiene una petición global de 12 años de cárcel para las tres vecinas de la calle Zapardiel por narcotráfico

Actualizado: miércoles, 5 abril 2006 15:11

Dice que la venta la comandaban Asunción y su nuera 'La Mena' desde el piso de la otra imputada, con la participación activa de ésta

VALLADOLID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Fiscal elevó a definitivas sus peticiones de cuatro años de cárcel y multas de 10.000 euros para cada una de las tres vecinas de dos bajos situados en el número 2 de la calle Zapardiel de Valladolid, María Asunción B.G, su nuera María del Carmen B.E. ('La Mena') y María Azucena A.A, tras tres días de juicio en la Audiencia Provincial donde, según apuntó el acusador público, ha quedado acreditado que en la venta de drogas comandada por las dos primeras colaboraba activamente la última, quien cedía su piso para la ocultación de la mercancía y como escenario del trapicheo.

En su alegato final, y frente a las peticiones absolutorias de formuladas por las defensas, el fiscal, en declaraciones recogidas por Europa Press, advirtió de que la culminación de la operación policial que condujo a la detención de las tres imputadas, que tuvo su día clave en el registro practicado a las dos viviendas el día 16 de septiembre de 2005, no fue fruto de la casualidad sino de las investigaciones iniciadas meses antes a raíz de detectarse un trasiego continuo de toxicómanos que acudían al inmueble.

Prueba de las sospechas existentes, ya desde el mes de mayo se identificó a distintos toxicómanos, minutos después de salir del edificio, a quienes se incautaron 'papelinas' con sustancias estupefacientes que, en la mayoría de los casos, confesaron haberlas comprado en el número 2 de la calle Zapardiel, en el barrio de Las Viudas.

Ya entonces los funcionarios actuantes comprobaron el 'modus operandi' utilizado por las procesadas, dos de las cuales, María Asunción y su nuera 'La Mena', que ocupaban el bajo izquierda, contaban con la llave del piso de la tercera acusada, María Azucena, de forma que cada vez que un cliente acudía al portal en su busca pasaban de la primera a la segunda vivienda para recoger la mercancía que luego entregaban a los toxicómanos, unas veces en el rellano y otras, incluso, a través de la ventana.

PARECIA UNA SOLA VIVIENDA

"Los policías llegaron a creer en un principio que se trataba de una sola vivienda", recordó el fiscal, en un intento por reiterar la perfecta organización existente entre las inquilinas del bajo derecha, ambas de etnia gitana, y la paya María Azucena A.A. que residía en la vivienda de en frente y que, en alguna ocasión, fue también vista haciendo entregas de 'papelinas' a clientes.

Junto a todas esas pruebas de la culpabilidad de las tres mujeres, la acusación pública situó como la más irrefutable la derivada de los dos registros practicados en ambos pisos. En el bajo derecha, el de María Azucena, los agentes hallaron la totalidad de la droga, 26,58 gramos de cocaína y 15,87 de heroína con un valor global en el mercado de 4.187 euros, junto con una báscula de precisión, con restos de sustancia, una cucharilla en idéntica situación y 1.014 euros.

En el de en frente, ocupado por María Asunción y su nuera, la policía únicamente encontró grandes cantidades de dinero, cerca de 3.520 euros, y una cartilla con otros 7.459, junto con la llave del piso de María Azucena y dos recortes circulares de plástico idénticos a los hallados en este último inmueble.

En este último caso, el acusador público apuntó que lo llamativo no es tanto las cantidades de dinero localizadas sino, fundamentalmente, la forma en la que estaba distribuido, tales como varios monederos, bolsas, una hucha, un mandil y un pantalón, prueba inequívoca de que era utilizado para las transacciones de droga.